El volcán de Fuego de Guatemala "aumenta su actividad" y obliga a más evacuaciones en zonas aledañas
El fenómeno natural que ha dejado ya más de medio centenar de muertos muestra nuevos indicios de estar activo.

La Coordinadora Nacional de Reducción de Desastres (Conred) de Guatemala informó este martes del inicio de evacuaciones adicionales en la zona del volcán de Fuego "debido a que la actividad del coloso tiende a aumentar".
El organismo encargado de la gestión de las emergencias en el país centroamericano alertó asimismo del "descenso de material volcánico" por varias laderas del coloso.
https://twitter.com/ConredGuatemala/status/1004097318512156677
El volcán entró en erupción el pasado domingo y arrojó ríos de lava y lodo a las zonas aledañas y una lluvia de cenizas sobre la capital del país centroamericano.
Las autoridades confirmaron que hay al menos 69 muertos y cerca de 300 heridos, pero se teme que las cifras sigan aumentando.
Los equipos de rescate siguen buscando cuerpos debajo de la ceniza y barro que descendieron desde el volcán, uno de los más activos de Latinoamérica.
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Varias comunidades quedaron totalmente sepultadas y la lluvia, el calor que sigue emanando de la lava o la falta de condiciones climatológicas o de personal dificultan las tareas de rescate.
Nadie sabe a ciencia cierta cuántas personas vivían en estas comunidades en las faldas del volcán.
En San Miguel Los Lotes, uno de los pueblos más afectados, miembros de los equipos de rescate aseguraron a BBC Mundo que no se tenía un censo de los habitantes y era complicado establecer cuántas personas se habían visto afectadas.
El letargo duró poco
Lioman Lima, enviado especial de BBC Mundo
El letargo del volcán de Fuego duró poco.
Menos de dos días después de la erupción qué dejo más de 60 muertos, las explosiones volvieron a sonar y la lava a brotar por sus laderas.
Estábamos en El Rodeo, uno de los pueblos que quedó sepultado el pasado domingo cuando sonaron nuevamente los gritos y las alarmas.
Los rescatistas estaban a punto de sacar dos nuevos cadáveres cuando una nube de cenizas volcánicas nubló la vista. Apenas se podían ver las propias manos.
Entonces fue el caos. Socorristas, oficiales, periodistas, sobrevivientes que aún esperan noticias de sus familiares desaparecidos corrían desesperados montaña abajo.
Todos trataban de escapar de la lava que decían que comenzaba nuevamente a descender y de la nube de veneno que lo cubría todo.
El cielo se oscureció. Densas columnas de humo y cenizas cubrieron nuevamente una comunidad donde las casas de dos pisos ya quedaron bajo tierra.
La gente gritaba desesperada y se subía al carro que pudiera en busca de ayuda. Las sirenas y los cláxones sonaban ladera abajo.
Más arriba, el pueblo sepultado como una nueva Pompeya quedaba como aviso de lo que estas erupciones significan.
La Conred reportó que se está produciendo un descenso de flujos piroclásticos por las barrancas El Jute y Las Lajas, y reclamó a los lugareños toda la precaución.
Los flujos piroclásticos son fragmentos de rocas y gases volcánicos ardientes que son demasiado densos para convertirse en columnas de cenizas que acaban estallando violentamente.
Hasta el momento han sido evacuadas las comunidades próximas de La Reyna, El Rodeo, Cañaveral I y IV, Hunnapu, Magnolia y el Restaurante Sarita.
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