Por Adrián Fallas |29 de septiembre de 2020, 9:49 AM

En su temporada número 17 en la NBA, LeBron James se convierte en el cuarto jugador en la historia en llegar a 10 finales de la NBA, donde Los Angeles Lakers se medirán ante el Miami Heat.

El jugador que llega a estas instancias es muy diferente al que debutó en la liga en la temporada 2003-2004. Se podría decir que de aquel joven de 19 años solo queda el recuerdo, porque James sigue en lo más alto del baloncesto mundial porque su juego ha cambiado y no ha dejado de evolucionar con el paso de los años.

En esta campaña, que se vio cortada por la pandemia, James le recordó al mundo que es más que uno de los mejores anotadores de la historia, James logró cimentar su lugar entre los mejores pasadores de la historia.

Prueba de que James es más Magic que Jordan es el hecho de que el jugador de los Lakers lideró a la NBA en asistencias, con 10.5 por partido.

Su habilidad de armador le ha permitido a King James promediar 34.6 minutos en cancha, por debajo de su marca en la carrera, que es de 38.4.

Si bien es cierto James siempre ha sido un pasador de gran nivel, lo es desde su temporada de novato (5.9 asistencias por juego), la visón y la sapiencia desarrollada lo eleva a otro nivel y le abre la puerta al resto de su juego.

LeBron siempre ha sido un problema para las defensas contrarias cuando lleva el balón al aro, pero su cambio de contextura física hace imposible mantenerse de frente a él cuando lleva el balón a la pintura. James cambió explosividad por fuerza bruta.

Este aspecto del juego le permite encontrar a sus compañeros cada vez que la defensa colapsa para ayudar en sus penetraciones.

Otro cambio que se ha visto en el juego de LeBron, que va de la mano a una tendencia en el baloncesto, es la cantidad de tiros de tres que James intenta y anota.

Esta temporada intentó 6.3 triples, el más alto en 17 años, conectando en 2.2 para un promedio de .348, esto en detrimento de los tiros de dos con 13.1 por noche, total más bajo en su carrera y anotando 7.4, segunda baja más marca.

Obviamente esto significa que James, al sumarse una temporada no estelar desde la línea de libres con .693 de efectividad, haya hecho que su promedio de anotación quedara en 25.3.

Esto no quiere decir que James haya perdido protagonismo. Al ver la estadística de cuántas posesiones finalizan en manos de James es 31.1. Para darse una idea, una de cada tres jugadas terminan en un tiro de campo, un tiro libre o una pérdida de balón de James.

James con el tiempo se ha convertido en un jugador con más herramientas, sin perder protagonismo y una vez más será llamado a liderar un equipo al campeonato.