POR Yahaira Piña | 8 de diciembre de 2021, 9:09 AM

Existen cargas muy pesadas y difíciles de llevar. Noticias que llegan groseras y que irrumpen sin reparo con historias de personas que navegan en mares de incertidumbre.

El caso de Sueños de Navidad de este miércoles se centra en la historia de una joven madre que enfrenta una carrera contra el tiempo, una carrera por la vida.

El sonido del Río Cañas se anticipa en anunciar que llegamos a la vivienda ubicada en Alajuelita, cantón de San José. Es añosa y humilde.

Justo lo que alcanza para un presupuesto de ₡150.000 mensuales. En esta casa vive Johanna, su hijo y dos hermanos menores de edad que están bajo su cuidado, Ana y Emanuel.

Con gran valentía, Johanna decidió hacerse cargo de ellos porque estaban en medio de una situación de violencia intrafamiliar provocada por su progenitor. Tampoco contaban con el apoyo de una madre porque la suya los abandonó cuando eran niños.

El Patronato Nacional de la Infancia (PANI), le dio la opción de asumir la patria potestad y ella no lo pensó dos veces, aceptó.

“Mi vida no ha sido nada fácil ni la de mis hermanos, la mamá que nos tocó nos abandonó, el papá que nos tocó es alcohólico y se tomaba la plata de la casa, casi nunca había comida, nosotros somos seis y tenía yo que andar pidiendo en casa en casa o en la escuela porque yo no iba a dejar a mis hermanos sin comer”, comentó Johanna Guevara.

La situación que ya era complicada se puso todavía más cuesta arriba en julio del año pasado. Su hijo tenía apenas un año de edad cuando a ella le diagnosticaron un cáncer en el cuello uterino. Inició con un tratamiento de quimioterapia inmediatamente, pero ocho meses después, recibió una noticia todavía más sombría: el cáncer le había hecho metástasis en la cadera, vejiga, pulmones y cerebro.

“El cáncer crece muy rápido entonces probaron con otra quimio y hace 15 días salí del hospital estuve internada porque los riñones me colapsaron, tuve muchos vómitos, me hicieron una Tomografía axial computarizada (TAC) general y me dijeron que tengo tumores en el cerebro también, así que los doctores me hicieron un procedimiento para que pudiera salir la orina y no colapsen los riñones”, agregó la joven de 24 años.

Ahora su carrera es contra el tiempo, ese tiempo cruel que pareciera robarle la vida, pero no su fe, porque esta joven madre no ha perdido su sonrisa, su amor y su luz.

Como ya le habíamos contado en Telenoticias, ella y sus hermanos vivieron una dura infancia, y tan solo imaginarse que su familia tenga que volver a pasar por lo mismo otra vez le desgarra el corazón.

Junto a su sueño de casa propia camina su otro gran deseo, tener una calidad de vida digna. Esa calidad de vida que tanto desea no la puede tener en la casa que alquila pues está deteriorada y el río colindante amenaza con salirse por las lluvias. Para llegar a la puerta de su hogar debe subir gradas, algo que, en su condición, resulta físicamente doloroso para ella. También debe pasar por un trillo donde se escapa de caer.

Usted puede colaborar para cumplir el sueño de esta valiente madre esta Navidad; puede hacer su donación en BAC Credomatic, por medio de transferencias bancarias o directamente en las cajas de las sucursales.

La cuenta en colones es la 800-800-807 y en dólares es la 800-800-815.

Otra forma sencilla de donar es por medio de SINPE Móvil al número 8322-6111.

Lea también

Nacional

Sueños de Navidad: pareja de adultos mayores comparte un amor incondicional en medio de muchas carencias

Eida es diabética, sufre de fibromialgia y vértigo; ella atiende a su esposo, recientemente operado de una quebradura en la cadera y diagnosticado con párkinson hace dos años. Ambos sobreviven con una pensión mensual de ₡82.000.