POR Eric Corrales | 30 de junio de 2025, 22:50 PM

Para muchas familias, la rutina de limpieza e ir al baño puede representar un verdadero reto cuando se trata de niños y niñas dentro del espectro autista. Factores como las dificultades en la comunicación, el procesamiento sensorial, la rigidez cognitiva y los hábitos alimenticios pueden dificultar este aprendizaje, afectando la autonomía y el bienestar de los menores.

Con el objetivo de visibilizar esta realidad y brindar herramientas prácticas a padres y cuidadores, se creó una campaña informativa enfocada en acompañar estos procesos con empatía y conocimiento. 

La doctora Juliana Asenjo, pediatra especializada en neurodesarrollo, explicó que uno de los principales desafíos es la afectación en el lenguaje, lo que impide que los niños puedan comunicar su necesidad de ir al baño. A esto se suma una alta sensibilidad sensorial a estímulos como el sonido del inodoro o la textura del papel higiénico, lo que puede generar incomodidad o rechazo.

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Otro elemento crucial en la inflexibilidad cognitiva, que dificulta la adaptación a cambios de rutina, incluyendo el uso de inodoros diferentes en casa o en entornos educativos. Además, la selectividad alimentaria en muchos casos incrementa el riesgo de estreñimiento, lo que a su vez puede generar conductas retentivas.

Frente a estos desafíos, una técnica sugerida por los especialistas es el entrenamiento por visita, basada en seis pasos: establecer horarios fijos, usar instrucciones claras y no preguntar, mantener consistencia en el lenguaje y hábitos, utilizar pictogramas visuales como apoyo, y reforzar positivamente con elogios o recompensas.

“Lo más importante es entender que este proceso no debe vivirse desde la presión. Cada niño es único y requiere un acompañamiento flexible, constante y amoroso, siempre de la mano de profesionales que orienten adecuadamente a las familias”, concluyó Asenjo.