El exgerente de Adquisiciones y Finanzas del Conavi, Carlos Solís, guardó silencio este jueves sobre los cuestionamientos por las dádivas que el expediente judicial del caso “Cochinilla” asegura habría recibido de parte de las constructoras MECO y H. Solís.
Solís aseguró que esos señalamientos están fundamentados en escuchas telefónicas que ni él ni su abogado conocen porque no se las han presentado, que en su mayoría son conversaciones de terceros y a las cuales, por lo tanto, no se referirá.
Sí negó que recibiera un salario mensual de $5 mil de parte de MECO ni que se le pagara por adelantar pagos de facturas a esa empresa y H. Solís.
“Eso está por comprobarse, pero el objeto de esta comisión no es ese”, respondió.
“El objeto de esta comisión es lo que digamos nosotros”, dijo a su vez la diputada verdiblanca Franggi Nicolás.
Dijo, además, que él nunca organizó ninguna fiesta dentro del Conavi como señala el expediente, que lo vincula incluso con la recepción de parte de Cacisa (empresa investigada) de kilos de carne, salchichón y tortillas para una fiesta.
¿Ha ido a fiestas en la casa de Mélida Solís o con ella?, le cuestionó Paola Vega.
"No me voy a referir".
Solís insistió, además, como hizo el martes anterior, que el ministro Rodolfo Méndez Mata ordenó no frenar las obras de construcción en curso pese a saber que no había contenido presupuestario para costearlas.
Esto, aseguró, lo hizo sabiendo que podía, junto al asesor presidencial Camilo Saldarriaga, obtener más tarde los recursos mediante gestiones con Hacienda y Tesorería.
Añadió que la decisión de Conavi había sido congelar las obras cuando se detectó el vacío presupuestario de más de ₡25 mil millones, pero que Méndez Mata expresó su preocupación por una serie de demandas por incumplimiento.
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