"La venta loca" de agua pone en dificultades a los supermercados para atender la alta demanda que se está presentando en cantones de Tibás, Moravia y Goicoechea, por el reporte de olor y sabor a combustible en este líquido.
Así ocurrió en el súper La Amistad en Tibás.
“Tenía a la gente buscando agua como locos, en 40 minutos se vendió todo, fui a pedir 300 galones y ya no hay más”, contó Johnny Zheng, súper La Amistad.
Aunque Acueductos y Alcantarillados (AyA) descartó la contaminación por hidrocarburos, los vecinos no se confían y prefieren comprar, pues aseguran que el agua huele y sabe a combustible.
“Hoy era mucho el olor a combustible, entonces hay que prepararse, me vine en hora de almuerzo en mi trabajo a buscar agua”, dijo Pablo Hernández, consumidor.
Si bien, en el centro de Tibás no se abastecen del tanque de San Blas, en Moravia, y el cual estuvo en lavado en las últimas horas, en el hogar de Cristian y Heidy, apreciamos junto a ellos un leve olor a combustible.
“Uno abre el tubo y no se aprecia un color diferente, pero si tiene un olor leve, si se siente diferente, es mejor prevenir y no tomarla, porque después hay otra clase de enfermedades”, mencionó Heidy Ibarra, vecina de Tibás.
También en el jardín de niños Northdale School, la historia se repitió.
“Ahorita huele a canfín, nosotros salimos desde las 6 a. m. y no olía en un inicio, pero luego sí, por prevención no les hemos dado de esa agua a los chicos, como institución contamos con tanque de reserva de agua para prever esta situación”, mencionó Natalia Lara, coordinadora Northdale School.
En ningún momento por parte de AyA se giraron instrucciones para no consumir el agua.