Nacional
Policía Montada cada vez cuenta con menos caballos para sus labores
En los últimos años, se redujo significativamente la cantidad de equinos dentro de la unidad y muchos están pronto a salir del servicio por edad.
65 oficiales de la policía montada velan por la seguridad de los parques y eventos masivos en la capital, pero cada vez cuentan con menos caballos.
En esta unidad policial no basta con portar el uniforme azul y ponerse las botas, antes de salir a servicio los oficiales también deben preparar a su principal aliado y compañero de trabajo.
Cada uniformado se encarga de bañar, cepillar, limpiar los cascos y ensillar a su caballo.
Contar con estos animales dentro del Ministerio de Seguridad Pública (MSP) no solo permite velar por la seguridad de la capital, también se convierten en el atractivo para que las personas se unan a las fuerzas de la Policía.
“Desde pequeño me gustaron los animales, mi papá mantenía animales en la finca, esa ha sido mi tradición, me gustó la forma de trabajar y de ahí la idea de estar con ellos”, explicó Raúl Bermúdez.
Este oficial llegó a la Policía Montada en 1995, cinco años después de la creación de esta unidad.
Esta unidad, diariamente, presta su servicio en el parque metropolitano La Sabana y el parque de La Paz.
Sin embargo, debido a la necesidad del país, el trabajo de esta unidad también es clave en conciertos, partidos de fútbol, topes, cabalgatas y manifestaciones.
“La imponencia del caballo es muy diferente, para disuadir pleitos de barras, situaciones que, con Policías de a pie, a veces se necesitan 20 o 30 para controlar, es un trabajo que realizamos con dos, tres o cuatro jinetes, un caballo en un grupo de personas, no se puede arrimar con un carro, voy a golpear a las personas, pero en una manifestación de control, con solo acercar el caballo las personas obedecen”, acotó Óscar Jiménez, de la Fuerza Pública.
Estos caballos también permiten tener mayor cercanía entre la policía y las personas, facilitan la visibilidad para evitar delitos como hurtos y robos y significan una economía de recurso.
“Estos equinos están toda su vida acostumbrada a este servicio, entonces, ellos no se asustan con las personas, no se asustan con los vehículos, y perfectamente pasamos entre carros, entre personas, suben y bajan gradas, pueden trabajar en ambientes rurales y urbanos”, agregó Jiménez.
Al igual que los demás cuerpos policiales, se enfrentan a problemas presupuestarios que aquejan a la unidad.
En los últimos años, ocho se redujo significativamente la cantidad de equinos dentro de la unidad a cerca de la mitad y muchos ya están prontos a salir de servicio.
