POR Yessenia Alvarado | 8 de octubre de 2016, 13:52 PM

Francisca Villanueva Villanueva de 60 años de edad, quien se destaca por su entrega para ayudar a personas que viven en la calle por medio de la fundación Carpa y casa de escucha en Pérez Zeledón es una de las finalista de Motores de vida. 

A 130km de la capital, pasando la Interamericana sur y después de bajar el Cerro de la Muerte estamos en San Isidro del General para conocer a la candidata.

Antes de que la viéramos a ella un grupo de personas que viven en la calle la esperaban desde las 6 de la mañana en las afueras de la casa Redish, una organización que existe desde hace 8 años para tenderle la mano a indigentes o personas sin hogar.

Muchos de ellos durmieron en la calle pero Francisca trae en sus manos más que unas llaves que abren un portón, la oportunidad de tener un hogar por medio día.

Aquí hay desayuno y almuerzo todos los días para un grupo de hasta 40 personas, pero hay reglas que cumplir, la primera es asearse.

Mientras una pequeña y vieja lavadora no para de limpiarles la ropa, ellos tienen shampoo, gel, talco y la oportunidad de lavar o limpiar los zapatos.

Hasta que el último de ellos no esté bañado no se sirve el desayuno.

Así que mientras otros terminan hay tiempo para trabajar la huerta de la que ellos mismos comen.

Otras opciones son jugar dominó, pintar y porque no, hasta cantar.

Los llamados de atención también llegan en este momento.

El último en bañarse está listo y ahora sí, es el turno para desayunar.

Los cepillos de dientes están con nombre, pues nadie se los puede llevar.

Como el proyecto nació con una carpa, una vez a la semana Francisca y el grupo de voluntarios los motivan a cargar la carpa en la casa Redish y a llevarla al parque central donde la levantan para almorzar allí. Es una especie de disciplina que recuerda como arrancó el proyecto.

Este proyecto liderado por Francisca, con el apoyo de voluntarios, una trabajadora social y una sicóloga que donan su trabajo, requiere de unos 2 millones y medio de colones al mes para cubrir los gastos de alimentos, agua, electricidad, gas para cocinar y artículos de cuidado personal.

Una vez lista la carpa se puede servir el almuerzo en pleno parque central de San Isidro del General.

Más allá de la alimentación y el aseo diario el propósito de este proyecto es ayudarlos a enderezar sus vidas con terapia, sicología, consejos y sobre todo con el amor que ya no le ofrecen sus familias, por los vicios que los han atrapado.

Un ejemplo de lo que este proyecto logra es Rodolfo Garbanzo de 57 años, quien volverá la próxima semana a su hogar tras rehabilitarse del alcoholismo. Su familia le dará una oportunidad y le abrirá de nuevo las puertas y hasta encontró un trabajo.

El tamaño de la casa Redish impide ofrecer una mejor rehabilitación frente a las drogas, pues aquí no  pueden dormir ni quedarse el día completo.

Por eso Francisca sueña con construir en un lote donado por la municipalidad, un centro de atención integral para las personas en condición de calle, para el cual necesitan ¢250 millones de colones.

Ella es Francisca Villanueva Villanueva de 60 años, la candidata a Motores de vida que les prestamos esta semana y a quien usted puede ayudar con su voto.