POR Natalia Jiménez Segura | 14 de mayo de 2020, 9:56 AM

El Instituto Clodomiro Picado de la Universidad de Costa Rica (UCR) se encuentra implementando tres estrategias para obtener el tratamiento contra el COVID-19 que se utilizará en pacientes graves.

En palabras sencillas, consiste en proveer defensas a los enfermos mediante el uso de plasma sanguíneo.

¿Cómo se lleva a cabo este proceso?

El primer paso, que está en manos de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y del instituto, consiste en la donación de sangre de pacientes recuperados de COVID-19. 

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La sangre de esas personas contiene plasma, donde se acumulan los anticuerpos. Estos son proteínas que el sistema inmunológico generó para combatir y “matar” la enfermedad, en pocas palabras, las defensas naturales.

Luego se le agrega ácido Caprílico para darle alta pureza a los anticuerpos, se filtra, se formula y, por último, se esteriliza. El plasma final es administrado a personas con el virus activo, con el fin de brindarles defensas y que sea más factible su recuperación.

Además de este tratamiento, el Clodomiro Picado también trabaja en otro que contiene anticuerpos purificados a partir de plasma de caballos.

Esta investigación no afecta la salud de los animales, según indicaron los profesionales.

Consiste en inmunizar a los caballos con proteínas no infecciosas del virus. Tras la generación de anticuerpos contra la enfermedad, se toma el plasma sanguíneo de los animales, se purifica en laboratorio y se formula para su uso en pacientes.

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El desarrollo del tratamiento se encuentra todavía en proceso y a la espera de que más personas convalecientes donen voluntariamente su sangre.