La Junta Directiva del Banco Central acordó, este jueves, reducir en 50 puntos base la Tasa de Política Monetaria (TPM).
La disminución ubica así en 4,75% el principal instrumento que tiene la autoridad monetaria para controlar la inflación y que, además, sirve de referencia para las tasas de interés que aplica todo el sistema financiero nacional.
“El Banco Central evalúa el comportamiento reciente y la trayectoria de los pronósticos de la inflación y de sus determinantes macroeconómicos para determinar el nivel de la TPM. La decisión, además, considera el análisis de la coyuntura económica y los riesgos que identifica, sean internos o externos, y cuya materialización desviaría la inflación de su pronóstico central”, explicó la institución.
Dentro de sus justificaciones, el Central afirmó que, aunque la inflación continúa a la baja a nivel internacional, ese ajuste ha ocurrido más lento de lo previsto y a ritmos diferentes entre países y regiones.
Añadió, además, que la actividad económica nacional crece a un ritmo moderado, pero superior al de los socios principales del país, además de que la inflación general, en términos interanuales, sigue negativa (-1,2% para marzo pasado).
“En este panorama, los bancos centrales mantienen el tono restrictivo de su política monetaria y, en general, continúan con mensajes de cautela”, añadió.
La TPM viene bajando desde marzo de 2023, cuando alcanzó un 9,0; sin embargo, la intervención del Central ha sido calificada como “temerosa” y “conservadora” por economistas, diputados y sectores productivos, que han insistido por disminuciones más fuertes para acercarse a los valores meta de inflación y además controlar la caída en el tipo de cambio del dólar.
Precisamente la semana anterior, cámaras empresariales de todos los sectores económicos pidieron al Central una política económica neutra y equilibrada, que lleve el precio del dólar a una cifra cercana a los ₡615 para frenar así las millonarias pérdidas que dicen enfrentan los empresarios por culpa de la apreciación del colón.