El 29% de la red vial nacional pavimentada muestra “una clara tendencia al deterioro”.
Así se desprende de la undécima evaluación bienal de la Red Vial Nacional (RVN) pavimentada realizada por el Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales de la Universidad de Costa Rica (Lanamme - UCR).
La evaluación, que responde al periodo 2022-2023, analizó los más de 4 mil kilómetros que conforman la RVN pavimentada con el fin de compararla con el periodo anterior.
“Este informe es un recurso vital para entender el estado de nuestra infraestructura vial y establecer un camino claro hacia su mejora y mantenimiento”, precisó el director del Lanname, Rolando Castillo.
“De no tomarse las acciones necesarias, el estado de la RVN puede evolucionar en el corto plazo hacia una condición que amerite intervenciones de alto costo y de alto impacto para los usuarios”, advirtió la entidad.
Con esa realidad, el Lanamme insistió en la necesidad de implementar un Sistema de Gestión de Activos Viales, que permitiría integrar los indicadores de la condición vial con las decisiones de inversión del Gobierno como una forma de optimizar costos y operaciones.
“De esta forma se podría controlar en qué condición se encuentran esos activos y qué acciones deben tomarse para mejorar la red vial, todo esto con inversiones eficientes y técnicamente bien sustentadas”, cita el informe.
La evaluación destaca que la RVN ha mostrado importantes desarrollos en los últimos años y que un 92% presenta buenas condiciones a nivel estructural, contra un 3,5% que presenta deflexiones de altas a muy altas, es decir, una mala condición.
Otro dato relevante que arrojó la evaluación es que solo un 20% de la RVN evaluada (4.167 km, que equivale al 57% total) arrojó valores de “poco deslizante”, mientras que el restante 80% fue calificado como carreteras con niveles de “deslizante” a “muy deslizante”.
“Se recomienda verificar que las estrategias de intervención para atender la Red Vial a nivel de proyecto consideren tanto la condición estructural como la funcional de los pavimentos, ya que intervenciones destinadas a mejorar solo la condición estructural (por ejemplo, bacheos) sin considerar la condición funcional (confort o regularidad de la ruta), pueden provocar deterioros prematuros, y con ello tener que recurrir a nuevas intervenciones a corto y mediano plazo, y a una mayor inversión de recursos”, finaliza el documento.