En San Vicente de Santo Domingo de Heredia, cuando uno se dirige a Los Ángeles se topa con un par de adultos mayores que la pulsean a diario. Ellos venden los prestiños de la abuela. Ambos tienen 73 años de edad y 10 hijos. No poseen pensión, por ello optan por ganarse los cinquitos de manera honrada antes que salir a pedir dinero regalado.
En San Vicente de Santo Domingo de Heredia, cuando uno se dirige a Los Ángeles se topa con un par de adultos mayores que la pulsean a diario. Ellos venden los prestiños de la abuela. Ambos tienen 73 años de edad y 10 hijos. No poseen pensión, por ello optan por ganarse los cinquitos de manera honrada antes que salir a pedir dinero regalado.
POR | 20 de agosto de 2018, 12:39 PM
En San Vicente de Santo Domingo de Heredia, cuando uno se dirige a Los Ángeles se topa con un par de adultos mayores que la pulsean a diario.
Ellos venden los prestiños de la abuela. Ambos tienen 73 años de edad y 10 hijos.
No poseen pensión, por ello optan por ganarse los cinquitos de manera honrada antes que salir a pedir dinero regalado.