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Deslizarse, divertirse y desafiar el equilibrio: “Yo me apunto” al patinaje
El guía de la actividad fue Joseph Siles, un patinador con experiencia nacional e internacional, quien ahora dedica su talento a enseñar lo que más le apasiona.
En Más Que Noticias, la sección “Yo Me Apunto” se ha convertido en un pequeño laboratorio de experiencias: un lugar donde cada semana alguien se ofrece a aprender algo nuevo por el simple acto de descubrir hasta dónde puede llegar. Esta vez tocó apuntarse a una clase distinta, una de defensa personal para mujeres. No era solo un ejercicio físico, sino una herramienta para enfrentar los peligros de la calle y, sobre todo, para fortalecer la confianza en una misma.
El ambiente, desde el primer minuto, fue el de un grupo que llega buscando respuestas que no siempre da la vida diaria. El instructor explicó que la defensa personal no consiste en pelear, sino en reaccionar con inteligencia, rapidez y determinación. Se trata de comprender el miedo para transformarlo en un movimiento útil, casi instintivo, cuando el riesgo aparece sin avisar.
La clase avanzó entre técnicas y descubrimientos. Conocimos sistemas modernos como el Krav Maga, una disciplina nacida en Israel que mezcla artes marciales y métodos de combate. Todo se resume en una idea sencilla y contundente: sobrevivir y escapar del peligro. Las participantes, en pocos minutos, aprendieron cómo soltarse de un agarre, cómo reaccionar ante un empujón y cómo usar la voz como si fuera parte del cuerpo, como si también se entrenara.
Pero la verdadera lección no estaba solo en las manos o en las piernas. Era emocional. Cada golpe al aire parecía romper un miedo viejo; cada movimiento de escape era una forma de decirse a sí misma que era posible estar más fuerte que ayer. Al final, había una sensación compartida: orgullo, fuerza, determinación. Como si cada una hubiese descubierto una parte de sí misma que no sabía que existía.
Yo Me Apunto volvió a demostrar que el aprendizaje no siempre está en los libros. A veces aparece en un tatami, entre respiraciones rápidas y miradas que pasan de la duda a la seguridad. En esta ocasión, el mensaje quedó claro: cuidarse también es una forma de amor propio.
Para conocer más detalles sobre esta experiencia, le invitamos a repasar el reportaje completo en el video disponible en la portada del artículo.