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Maestra encontró en el arte una nueva oportunidad para aprender
Un padecimiento en la cadera provocó que Nuria Murillo quedara en silla de ruedas.
Margarita Weir es una estadounidense de 87 años, quien en 1971 recibió un llamado de Dios para dejar todo lo que había construido y dedicarse a una misión de evangelización cristiana.
Al principio, fue muy difícil. Ella cuenta que llegó a Costa Rica llorando, con muchas dudas y con pocos recursos: era una vida muy diferente a la que había tenido hasta ese momento. Eso sin contar la barrera del idioma, ya que no sabía nada de español.
Pasaron los meses, los años y hoy, en el 2023, Margarita tiene una historia de vida que contar. Trabajó en la Asociación Roble Alto, donde aconsejó y guio a cientos de niños y jóvenes; actualmente, su misión de vida es continuar sirviendo.
En la asociación, también fue la encargada de educación cristiana durante muchos años. En Estados Unidos tiene un hermano de 83 años y un montón de nietos. Pese a eso, ella asegura que su vida y familia está en Costa Rica y no regresará a su país de origen por nada del mundo.
Repase la nota completa en el video adjunto.