Las cruces de Alajuelita, Rancho Redondo, San Rafael de Heredia y la que existió en el cerro Espíritu Santo, en Naranjo, tienen una relación muy cercana.
En la primera década del siglo pasado, la Iglesia Católica comenzó a construirlas como un símbolo que, según el recopilador de historia Fabián Campos, representa el cuerpo de Cristo. En Rancho Redondo está la cabeza, lo que significa el dominio, los brazos en Monte de la Cruz, en Heredia, y Alajuelita, y los pies en el Cerro Espíritu Santo.
Durante años, las cruces han sido blancos de vandalismo y hasta asesinatos, pero lo cierto del caso es que hoy se muestran como estructuras imponentes y que también marcan los puntos cardinales de la capital.Lea también