MasQN
Esta urbanización contagia su espíritu navideño a todo Turrúcares
Entre las casas más destacadas está la de José Pablo Rojas, una de las primeras en iluminarse en el barrio.
En Concepción de San Rafael de Heredia hay un hogar donde diciembre no llega: despierta. Entre luces, caminos diminutos y figuras que parecen conversar entre sí, Hernán Vargas y Melvin Chaves han construido una casa que durante la Navidad se transforma por completo. No es solo decoración; es un gesto, un oficio y una manera de habitar la memoria.
El corazón de esta celebración es una villa minuciosa, compuesta por más de 80 figuras que se acomodan como si obedecieran a un guion invisible. Cada casa, cada farol y cada personaje está ubicado con una precisión que revela el tiempo y el cariño invertidos. Basta detenerse unos segundos para descubrir que detrás de esa escena hay más que técnica: hay una dedicación que se contagia.
A la villa se suman varios portales antiguos, algunos con más de cien años. Llegaron desde diferentes países y hoy forman parte del patrimonio íntimo de este hogar. Cada pieza conserva marcas del tiempo, pequeñas huellas que parecen contar la historia de quienes las sostuvieron antes.
El recorrido continúa con dos árboles navideños, cada uno con identidad propia. No hay adornos al azar: todo responde a un criterio que mezcla tradición, estética y memoria. En conjunto, construyen un ambiente en el que la Navidad no se limita a un espacio decorado, sino que ocupa el aire, las paredes y el ánimo.
Hernán y Melvin han logrado algo singular: transformar su casa en un lugar donde la Navidad no solo se observa, sino que se siente y se vive con el corazón. Lo que comenzó como una costumbre familiar terminó convirtiéndose en una pequeña celebración anual que resume quiénes son y cómo quieren habitar su hogar.
Repase el reportaje completo en el video que aparece en la portada del artículo.