POR AFP Agencia | 1 de septiembre de 2019, 7:28 AM

El norte de Israel fue blanco este domingo de disparos de misiles antitanque por parte del Hezbolá, que desencandenaron una respuesta del ejército israelí en el sur de Líbano, lo que hace temer por una escalada entre el primero y el movimiento chiita libanés.

"Varios misiles antitanque fueron disparados desde Líbano contra una base [militar israelí] y vehículos militares. Objetivos fueron alcanzados", indicó el ejército israelí en un comunicado.

"El intercambio de disparos probablemente se ha terminado", aseguró el portavoz del ejército israelí, Jonathan Conricus, mientras que el primer ministro, Benjamin Netanyahu, dijo haber dado la orden a las fuerzas armadas que "estén preparadas ante cualquier escenario".

Por su parte, el Hezbolá libanés, que había prometido responder a un ataque con dron atribuido a Israel hace justo una semana, aseguró haber "destruido" un "vehículo militar" del ejército israelí en el sector de Avivim, en el norte de este país, según su cadena de televisión Al Manar. El movimiento chiita mencionó "muertos y heridos", pero no dio detalles.

El ejército israelí no reportó heridos, ni dio más detalles sobre los disparos antitanque, pero pidió a la población que vive en un perímetro de 4 kilómetros de la frontera libanesa permanecer en sus casas y abrir los refugios antibombas.

Los militares israelíes bloquearon además el acceso a la frontera a los periodistas.

El ejército israelí replicó con "disparos hacia las fuentes de esos bombardeos" del Hezbolá, en el sur de Líbano, según un comunicado.

Según la agencia nacional libanesa ANI, "los alrededores de la localidad de Marun al Ras, en el sector de Bint Jbeil, son el blanco de bombardeos del enemigo israelí que continúan de manera esporádica".

Esta localidad libanesa se encuentra justo enfrente del pueblo israelí de Avivim (norte), objetivo de los disparos de misiles antitanque, según el ejército israelí.

La cadena del Hezbolá, Al Manar, mostró imágenes de Marun al Ras donde se veían columnas de humo blanco emerger sobre campos y aldeas.

El primer ministro libanés, Saad Hariri, habló de inmediato por teléfono con el jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, y con un asesor del presidente francés, Emmanuel Macron, para pedir "la intervención de Estados Unidos, Francia y de la comunidad internacional ante los desarrollos" en la frontera.

París "ha multiplicado los contactos en la región", en Oriente Medio, para "evitar una escalada" en la frontera sur del Líbano, indicó este domingo por la tarde el ministerio de Relaciones Exteriores francés, que precisó que Macron "había mantenido en los últimos días conversaciones telefónicas con Netanyahu y el presidente iraní, Hasan Rohani".

La FINUL, fuerza de mantenimiento de la paz de la ONU desplegada en el sur de Líbano, en la frontera con Israel, instó este domingo a "la mayor contención".

Estos intercambios de disparos se producen en un contexto de creciente tensión entre Israel y el Hezbolá, que la semana pasada lo acusó de haber atacado con drones su bastión en la periferia sur de Beirut.

Este "ataque" fue presentado por el jefe del Hezbolá, Hasan Nasralá, como "el primer acto de agresión" de Israel contra Líbano desde la devastadora guerra de 2006 entre ambos, que dejó 1.200 muertos en 33 días en el bando libanés y 160 en el israelí.

El presidente libanés, Michel Aoun, calificó el incidente como una "declaración de guerra".

Al mismo tiempo, un dirigente del Hezbolá, Naim Qasem, aseguró en cambio que "el ambiente no [era] de guerra", sino que se trataba de una "respuesta a una agresión".

Por su parte, Israel "desveló" un plan de Irán, a través de su aliado Hezbolá, para transformar cohetes en misiles de precisión con capacidad para atacar al primero. El Estado hebreo indicó que daba por "responsable" a Líbano, pues el Hezbolá opera en su territorio.