Internacional
27 años después de la caída del muro de Berlín EE.UU. elige a un presidente que planea construir otro
Al momento de la caída del muro existían 16 estructuras como esa en el mundo, hoy la cifra alcanza las 65
El 9 de noviembre de 1989 la noticia de la caída del muro de Berlín inundó las portadas de todos los medios del mundo y fue celebrado como el final de uno de los capítulos de odio y separación más negros en la historia de la humanidad.
Hoy, exactamente 27 años después, Estados Unidos anuncia la elección de un presidente que entre sus promesas de campaña lanzó la de construir uno nuevo, fundamentado principalmente en eso: el odio, la intolerancia y la segregación.
Las redes sociales alrededor del mundo se han encargado de señalar ese irónico dato luego de que se confirmara la contundente victoria de Donald Trump en su carrera por la Casa Blanca.
El candidato republicano no solo consiguió vencer a Hillary Clinton en los comicios sino que lo hizo de manera categórica y cobijado por un discurso que se llenó de ataques y promesas de mano dura contra temas sensibles como la migración o el terrorismo.
Sin embargo, su objetivo de construir un muro que separe a Estados Unidos de México sin duda fue una de las que más tiñó de absurdo su campaña, y ahora una de las cosas que más temen en el país del sur.
Aún así, los planes de Trump no parecen ser exclusivos de su genio: desde los ataques terroristas del 11 de setiembre de 2001 la cantidad de muros o cercas construidas en el mundo con propósitos similares ha crecido de manera exponencial, especialmente en Europa.
Cuando el muro de Berlín cayó la cifra de estructuras como esa en el mundo era de 16, hoy existen al menos 65 construidas o en construcción, según un estudio de la Universidad de Quebec.
Las crisis migratorias en Europa han disparado los controles fronterizos en una acción desesperada por intentar frenar el altísimo flujo de refugiados que intentan escapar de los horrores de la guerra.
Hungría levantó la suya en la frontera con Serbia para atajar a los migrantes de Siria, Iraq y Afganistán, mientras que países como Kenia, Arabia Saudita o Turquía trabajan en las suyas para delimitar el acceso de grupos yihadistas.
La eficacia de estos muros en torno a sus objetivos sigue siendo discutida por gobiernos y grupos de derechos humanos, pero lo cierto es que muchas naciones siguen recurriendo a estas para paliar necesidades específicas.
Trump dejó claras cuáles son las suyas con México, falta por ver cuánto tiempo le tomará levantarla y con cuánto esmero lo hará, con todo y esa paradoja histórica que hoy sus simpatizantes celebran y sus detractores sufren.
