POR Katherine Ortega | 15 de agosto de 2016, 4:32 AM

Luego de que su único hijo naciera con el extraño síndrome de Goldenhar, que le provocó algunas deformidades, doña Ingrid Vega decidió dejar su trabajo fuera de casa para ofrecerle calidad de vida a Gabriel.

Hoy este gran luchador tiene diez años y destaca por tener las mejores notas de su clase, algo que consiguió gracias a la ayuda de ese maravilloso ser que se llama mamá.

Observe en el video adjunto el detalle de esta historia.