POR María Jesús Prada | 24 de noviembre de 2025, 14:04 PM

Vík es el pueblo más austral de Islandia, un pequeño enclave rodeado de montañas, playas negras y antiguos campos de lava. Pero basta avanzar unos cuarenta minutos para que el paisaje cambie por completo.

Las montañas se desvanecen y aparece una planicie inmensa, cubierta por roca negra y musgo verde. Un lugar donde el silencio domina sin esfuerzo y el viento parece contener la respiración.

Son los Eldhraun, los campos de lava más extensos de Islandia, formados por una de las erupciones más devastadoras que recuerda la historia del país.

En 1783, el volcán Laki entró en erupción durante ocho meses. Ocho meses de fuego ininterrumpido. Ríos de lava recorrieron más de seiscientos kilómetros cuadrados, arrasando pueblos, destruyendo cosechas y desencadenando una crisis que marcó profundamente la memoria colectiva de los islandeses. 

Aquel desastre natural cambió para siempre la forma en que este pueblo entendió su relación con la Tierra: una mezcla inevitable de respeto, temor y admiración. 

Siglos después, donde hubo fuego hoy crece vida. El musgo cubre cada grieta con una suavidad que parece irreal, como si la naturaleza hubiera extendido un velo verde para perdonar su propio pasado. Caminar por Eldhraun es hacerlo por un paisaje que no olvida, pero que aprendió a transformarse.

Reviva este recorrido por Eldhraun en el reportaje completo disponible en la portada de este artículo.

Este viaje forma parte de una serie especial realizada junto a MD Tours para mostrar los paisajes y experiencias que aguardan en Islandia. Muy pronto, durante el Festival de la Luz, dos personas podrán vivir esta misma aventura: se obsequiarán dos boletos para descubrir el país del fuego y el hielo.