POR Paulo Villalobos | 3 de diciembre de 2025, 14:35 PM

En el papel, todo indica que la candidata Laura Fernández, del Partido Pueblo Soberano (PPSO), amplió su diferencia en el primer lugar de las encuestas, al alcanzar un 30% de la intención de voto de cara a las elecciones del 1.° de febrero de 2026.

Detrás de ella está Álvaro Ramos, del Partido Liberación Nacional (PLN), pero muy lejos, con apenas un 8%. Luego vienen Ariel Robles, del Partido Frente Amplio (PFA), y Claudia Dobles, de la Coalición Agenda Ciudadana (CAC), con 5% y 4%, respectivamente.

Pero en esta ocasión, los resultados del más reciente informe del Centro de Investigación y Estudios Políticos de la Universidad de Costa Rica (CIEP-UCR) se vieron afectados por un factor que tal vez pudo pasar desapercibido para los que se quedaron solo con la fotografía del momento.

Ahora bien, para entender ese elemento, primero es necesario recordar que este órgano especializado, ha venido empleando un modelo de encuesta longitudinal de panel. Esto quiere decir que las consultas son aplicadas a un mismo grupo, pero en dos o más momentos diferentes.

La primera ronda de consultas se publicó en octubre y la más reciente en diciembre. Una tercera llegará en enero.

El objetivo de un estudio de este tipo es conocer los cambios en las preferencias de las personas, su magnitud, la dirección de estos y las razones que influyeron en los mismos. Esta situación se tornó necesaria frente a la alta volatilidad de los votantes en los procesos de 2014, 2018 y 2022.

Sin embargo, en este tipo de encuesta, es normal que algunos de los participantes abandonen en el estudio, conforme este avanza. A ese fenómeno se le conoce como “mortalidad” del panel (attrition bias en inglés).

Así, en la primera ronda, se consultaron 3.003 ciudadanos, pero en la segunda, solo 1.759 accedieron a continuar con el ejercicio. Entonces, el estudio perdió a un 41% del total de participantesPero tal cifra es mayor a la “mortalidad” registrada en los paneles de 2018 y 2022, en los que osciló el 30%.

Mediante un análisis de las 1.243 personas que abandonaron el estudio, el Centro de Investigación y Estudios Políticos determinó que la mayoría se encontraba en el grupo de indecisas en la primera ronda (en ese momento, 55%), lo que influyó en las estimaciones del nuevo informe de opinión.

"Las pérdidas mencionadas no alteraron la composición sociodemográfica de la muestra, pero sí afectaron a una variable muy importante: la intención de voto", reconoce el estudio.

A pesar de lo anterior, la encuesta siguió adelante y reportó los datos obtenidos de las preguntas efectuadas a quienes se mantuvieron en las dos primeras rondas del estudio.

Esa decisión respondió a que la muestra restante es representativa de la población en su conjunto, la intención de voto de la primera ronda no tiene sesgos y, también, las fechas entre la recolección en ambos momentos son cortas.

Aun así, el Centro de Investigación y Estudios Políticos decidió realizar dos encuestas simultáneas la próxima vez. Una incluirá la tercera ronda del panel, mientras que la otra será aleatoria.

Esta situación —asegura el informe— permitirá comparar los datos para saber con mayor exactitud la magnitud del sesgo por pérdida de participantes indecisos.

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