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Finlandia: la infeliz crisis fiscal causada por Rusia
Tras cerrar su frontera y perder energía y turismo ruso, Finlandia enfrenta deuda récord, presión fiscal y el mayor gasto militar de su historia, mientras Bruselas advierte sanciones si no ajusta.
Finlandia, uno de los países de la Unión Europea más disciplinados fiscalmente, ha recibido un llamado de atención desde Bruselas.
La Comisión Europea, ordenó la semana pasada a Helsinki elaborar un plan creíble para resolver el déficit público de su país, que ha superado el límite de la UE, del 3 % del PIB.
Se proyecta que el déficit presupuestario de Finlandia alcance el 4,5 % del PIB en 2025, mientras que la deuda del país llegará al 90 % del PIB el próximo año, casi 50 % más que en 2019.
La nación nórdica, cuya economía anual asciende a 300.000 millones de euros (349.000 millones de dólares), ha sido formalmente incluida en el Procedimiento de Déficit Excesivo de la UE. Esto podría derivar en sanciones financieras con multas elevadas, suspensión de fondos europeos y una supervisión fiscal más estricta por parte de Bruselas.
Crecimiento bajo, gasto alto y luego la guerra en Ucrania
Desde la crisis financiera de 2008-2009, Finlandia ha tenido dificultades para mantener la disciplina fiscal. El colapso la empresa de telefonía Nokia, que alguna vez fue motor para el crecimiento, dejó a la economía sin un impulsor definido.
Ese desafío se profundizó en los últimos años por los altos costos de asistencia social, un enorme aumento en el gasto en defensa y el impacto económico de cortar lazos energéticos y comerciales con la vecina Rusia debido a la guerra en Ucrania.
En 2021, antes de la invasión rusa, el comercio bilateral entre Moscú y Helsinki alcanzó los 12.710 millones de euros y representaba el 4,3 % de la economía finlandesa. Para los tres primeros trimestres de este año, el comercio había caído casi un 93 %.
El colapso se agravó con la decisión de Finlandia de cerrar su frontera oriental a finales de 2023, citando preocupaciones de seguridad y las tácticas de migración aplicadas por Moscú. Casi inmediatamente después de aplicar las medidas se detuvieron las compras transfronterizas y el turismo, afectando especialmente a las regiones fronterizas entre Finlandia y Rusia.
Según el Banco de Finlandia, más de 2.000 empresas finlandesas exportaban a Rusia en 2019. A finales de 2023, ese número se redujo a unas 100.
Jarkko Kivisto, asesor de la división de pronósticos del Banco de Finlandia, dijo a DW que es difícil medir el impacto directo del colapso comercial entre ambos países desde el déficit.
"No tenemos una estimación para este efecto”, dijo Kivisto, agregando que el impacto ha sido "indirecto, a través de una actividad económica más débil y menor valor agregado, así como la pérdida de ingresos fiscales del turismo ruso".
Presupuesto de defensa incrementado por la agresión rusa
Ante las amenazas del Kremlin, el miembro de la OTAN ha aumentado drásticamente el gasto en defensa, pasando de 5.100 millones de euros en 2022 a más de 6.200 millones en 2024, superando ahora el 2,3 % del PIB. El país se ha comprometido a llevar el gasto militar al 3 % para 2029, convirtiendo a Finlandia en uno de los países de Europa con mayor gasto en este rubro.
La combinación de gasto militar, colapso del comercio bilateral y pérdida casi total del turismo ruso habría obligado al gobierno finlandés a asumir más deuda, en un momento en que la carga ya estaba aumentando rápidamente.
Antes de la guerra, aproximadamente un tercio del suministro energético de Finlandia provenía de Rusia, lo que dejó al país altamente expuesto cuando se cortaron los suministros.
"El mayor efecto vino del aumento de los precios de la energía, ya que Finlandia dependía bastante de insumos energéticos rusos", explicó Heil Simola, economista sénior del Instituto para Economías Emergentes del Banco de Finlandia (BOFIT), a DW.
Finlandia se enfrenta a años de austeridad
A pesar de los desafíos, el Gobierno finlandés ha aprobado uno de los presupuestos más estrictos de la UE para 2025, combinando fuertes recortes de gasto con aumentos de impuestos. Un nuevo mecanismo llamado "freno de deuda" compromete a todos los partidos políticos a una reducción del déficit a largo plazo. Sin embargo, algunos legisladores advierten que se necesitarán medidas adicionales de austeridad y aumentos de impuestos en el próximo período parlamentario.
"El crecimiento económico por sí solo no será suficiente para restaurar el equilibrio fiscal", dijo Kivisto, del Banco de Finlandia, a DW. "Se requieren ajustes de alrededor del 3 % del PIB (unos 9.000 a 10.000 millones de euros) en los próximos 5 a 10 años, mediante aumentos de impuestos y recortes en el sector público".
Pero con el 80 % del PIB de Finlandia proveniente de sectores internos, como el consumo privado, los servicios públicos, la construcción, el comercio minorista y el empleo estatal, los economistas advierten que las estrictas reglas fiscales corren el riesgo de ahogar el crecimiento que el país necesita.
Las advertencias tienen un peso adicional para una nación que, a pesar de sus problemas fiscales, sigue siendo clasificada como la más feliz del mundo.
