Arbitraje de la final: Gol anulado fue el principal yerro de Juan Gabriel Calderón

El arbitraje de la final no estuvo tan polémico como el primer partido en el Coyella Fonseca, pero tuvo un error que bien pudo llegar a marcar la serie.

Así analizan los exárbitros costarricenses, Orlando Portocarrero y Greivin Porras, el trabajo realizado por Juan Gabriel Calderón y su equipo de trabajo.

A criterio de Portocarrero, la buena experiencia de Calderón lo ayudó a tener una adecuada “inteligencia emocional” en este tipo de escenarios, por lo que él y su equipo de trabajo sacaron una buena labor.  

“Juan Gabriel hizo un buen trabajo, siguió un libreto donde no se salió de ello, buena condición física, no se asustó ni se amedrentó, su experiencia la puso en práctica”, mencionó.

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Sin embargo, la jugada más polémica fue la del gol anulado al jamaiquino Javon East al minuto 29, debido a un aparente fuera de juego, sin embargo, y tras consultar con su línea Osvaldo Luna, el réferi decidió eliminarlo.

“La jugada que generó más polémica fue el gol anulado al Saprissa, donde hubo un supuesto fuera de juego, es una jugada rápida y apremiante, mucho tumulto, el árbitro asistente me parece que se equivocó, pero no influyó en el resultado final, no hace mella en el trabajo, el error vino de Osvaldo Luna”, indicó Portocarrero.

A su criterio, el cuerpo arbitral sacó una buena labor y lo califica de 8,2 sobre 10.

Por su parte, Greivin Porras no fue tan condescendiente con Calderón y aseguró que el arbitraje de la final fue un reflejo de lo mal que estuvo toda esta área durante el Torneo de Apertura 2023.

“El arbitraje no se va a tocar posiblemente por las circunstancias en que fue campeón Saprissa, pero de que hubo errores, lo hubo y de que hubo influencia en el marcador, la hubo”, aseguró.

Sobre el gol anulado, Porras asegura que no había ninguna duda para no concederlo como anotación.  

“En estas instancias es un error muy grande, se anula por fuera de juego inexistente inclusive no es ni una acción ajustada para que se diera ese diálogo entre el árbitro Calderón y su asistente Osvaldo Luna”, añadió.

Además, Porras cree que hubo muchas acciones fuertes que ameritaban amonestación y que las dejó pasar.

“Yo esperé más de Juan Gabriel Calderón, por las circunstancias en que se celebra el campeonato, pero si hubiera sido a la inversa se estuviera hablando más del arbitraje que del título”, concluyó.

En lo que sí concordaron ambos es en el hecho de que el arbitraje en Costa Rica debe mejorar sí o sí para el próximo Torneo de Clausura 2024, pues durante este semestre fue una debacle y quedaron debiendo por completo.