"La muerte puede ser dulce"
El Día de Muertos celebra la cercanía entre nuestro mundo y el de los difuntos, la ocasión perfecta para reencontrarnos con aquellos que amamos.
Recibir espíritus del más allá en nuestra casa podría equivaler al argumento de una película de terror, si no se tratara de una de las tradiciones más profundas y amorosas de nuestra América Latina para con aquellos seres queridos que ya partieron de este mundo.
El Día de Muertos celebra la cercanía entre nuestro mundo y el de los difuntos, la ocasión perfecta para reencontrarnos con aquellos que amamos. En México, desde aeropuertos hasta parques y casas de habitación se llenan con altares repletos de objetos simbólicos, que buscan hacer que nuestros muertos se sientan bienvenidos en sus casas.
Los noticieros dan consejos sobre cómo vivir estas fechas y, en general, un manto de espiritualidad no necesariamente religiosa cubre a la nación.
Dos lugares claves para vivir esta celebración son Coyoacán y Xochimilco, hasta donde viajamos para rozarnos con las tradiciones, la comida y las catrinas de día... Y con el espectro de La Llorona por la noche.
No se pierda los detalles en el video adjunto.