El clásico de final de fase tiene tres condimentos especiales

El clásico de la final de fase tiene factores a tomar en cuenta: será el debut de Iñaki Alonso en estos partidos, la visita de Albert Rudé al Ricardo Saprissa y el retorno de Celso Borges a la Cueva tras 12 años.

Iñaki vive esta final de manera intensa desde la previa del juego que será este jueves a las 6 p. m. Además, aseguró que por lo emocional que suelen ser los clásicos espera un empuje extra en la casa del Monstruo.

"Hay equipos que llegan muy bien y no tienen el día, hay otros que llegan muy mal y por lo que sea les sale el partido", comentó Iñaki.

Precisamente por eso es que Rudé tomará previsiones para su primer cotejo en el Ricardo Saprissa y buscará no dejar cabos sueltos.

​“Espero un partido muy dinámico, así me lo imagino. Es una final y en las finales uno tiene que ser precavido en ciertas cosas”, adelantó el estratega manudo.

Dejando de lado el duelo de los entrenadores españoles está también el retorno de Celso a Tibás después de 12 años.

Celso se marchó al fútbol europeo tras vestir la camiseta morada y blanca y regresó al país para ser rojinegro.

El mediocampista es uno de los jugadores erizos que ha venido de menos a más en las últimas fechas.

​Borges ha marcado un gol y ha jugado 362 minutos en lo que va del certamen. Eso sí: el volante afirma que aún hay detalles por mejorar si quieren ser campeones.

“Estamos en búsqueda de una perfección, nunca acaba. Tenemos que mejorar con pelota y esperamos hacerlo mejor”, enfatizó el futbolista tras dejar en el camino al Santos de Guápiles.

Este será el segundo clásico de Borges con la rojinegra ya que jugó 31 minutos en el empate 0-0 en fase regular en el Morera Soto.

El futbolista fue suplente en la ida ante el Santos y titular en la vuelta contra los guapileños.