Por Juan José Herrera |2 de septiembre de 2021, 11:10 AM

Las empresas constructoras señaladas en el caso “Cochinilla” presionaban a los ingenieros de conservación vial del Conavi para que los trabajos de bacheo se hicieran bajo el modelo de profundidad parcial, una técnica más cara, más fácil de realizar y sujeta a menos controles de calidad.

Así lo aseguró este jueves ante los diputados de la comisión legislativa que investiga el escándalo de corrupción en obra vial el ingeniero de Conservación de Conavi, Jason Pérez, quien en ese entonces estaba a cargo de la supervisión de proyectos en Alajuela.

Pérez aseguró que “era muy evidente” la presión de las empresas para que se usara esa técnica y que la recomendaban a menudo.

“La técnica de bacheo a profundidad parcial es una técnicamente sumamente cara, de observación mía debe implementarse solo en escenarios que hayan sido evaluados contra diferentes propuestas de intervención.

“Ellos (las constructoras) hacían mucho la recomendación porque era el más caro, el más sencillo y no requería de una evaluación del índice de regularidad, que los somete a un control que los puede castigar muy fuertemente”, aseguró.

Esa técnica consiste en remover la capa asfáltica deteriorada mediante perfiladora y reemplazarla con mezcla asfáltica nueva, resultando en una sobrecapa.

Según el ingeniero, muchas veces era más recomendable y barato hacer un trabajo de recarpeteo completo, pero se optaba por esa técnica.

“Probablemente tenía que ver con temas de ética, de facilidad, inclusive en algunos casos para salir rápido del tema, incluso por presiones políticas”, aseguró.

Precisamente el Lanamme ya había hecho esa advertencia en 2020 cuando señaló que esa práctica se estaba volviendo un estándar en el país y recomendó a Conavi convertirla en una situación excepcional.