Por Teletica.com Redacción |31 de mayo de 2020, 8:00 AM

La violencia en el parque metropolitano de La Sabana no cesa, ni siquiera en tiempos de pandemia donde muchas de las personas no caminan por las calles a altas horas de la noche.

Los delincuentes conocen muy bien la zona y saben que tarde o temprano su víctima llegará.

Con algunas propuestas en el olvido, como la de cercar el parque, el Instituto Costarricense del Deporte y la Recreación (ICODER) optó por la contratación de personal de seguridad privada para que acuerpe el trabajo de la Fuerza Pública. 

Tarea que continúa siendo difícil pese a la presencia de seguridad durante las 24 horas del día.

Teletica.com conversó con Daniel Calderón, director de Fuerza Pública acerca de esta problemática.

¿Por qué el parque de La Sabana sigue blanco del hampa?

En La Sabana se ha aumentado la presencia policial, nosotros tratamos de focalizar el patrullaje en las zonas donde las personas transitan con mayor frecuencia, tanto la gente que hace deporte como las personas que utilizan los alrededores para tomar el bus, por ejemplo.

Si hemos detectado que hay un grupo importante de personas que a altas horas de la noche insisten en ingresar al área más oscura y boscosa de La Sabana y constantemente tenemos que entrar en las noches para pedirles que salgan.

El riesgo siempre está, pese a que hay más recursos, las condiciones de riesgo existen. Es un parque natural con mucha vegetación y esas características facilitan el actuar de la delincuencia.

Con alta presencia policial en la zona, ¿Cómo se explica el reciente hecho que acabó con la vida de un hombre?

Por eso es que se insiste. Las personas no deben ingresar a altas horas de la noche al parque.

El día antes de que falleciera este hombre, nosotros habíamos sacado de la zona a varias personas. Decomisamos puñales y punzones. 

La información de las detenciones y de los decomisos se entregaron al Organismo de Investigación Judicial (OIJ) para que apoye la investigación del homicidio. No descartamos que esas personas estén vinculadas con el hecho del día siguiente.

Pero en términos generales, la problemática se concentra en las personas que ingresan a altas horas de la noche a esas zonas que son vulnerables.

¿Esa noche había presencia policial?

En La Sabana siempre hay. Durante las 24 horas hay seguridad privada y oficiales de Fuerza Pública.

Tenemos policía montada, policletos, compañeros de la unidad de Mata Redonda que hacen patrullaje dentro y en los alrededores del parque.

¿Los delincuentes no respetan la presencia policial?

La incidencia criminal en la zona si se ha logrado controlar, pero para nosotros el principal problema es la gente que se expone.

Todas las noches ingresan personas, se les pide que abandonen el lugar para que no se expongan, pero aun así hay personas que insisten en hacerlo y esto lo conocen los delincuentes y se aprovechan de este tipo de víctimas.

¿Han pensado en cambiar la estrategia?

Nosotros vamos a continuar con esta línea de patrullaje y presencia policial.

Hay conversaciones para planes mucho más ambiciosos en materia de seguridad, principalmente en inversión de tecnologías, porque hay algunas zonas que podrían reforzarse y ciertamente podrían apoyar al patrullaje que se realiza.

¿Qué tipo de tecnologías?

Instalación de cámaras y botones de pánico principalmente. Todo eso sería una inversión y coordinación con el ICODER.

En su momento se habló de cerrar con un muro, pero no consideramos que esa sea la solución, porque hay otros parques que reúnen esas mismas características, entonces, se necesitaría una inversión muy alta para cerrar todos los parques que presentan condiciones similares.

Considero que la tecnología si podría ayudar a tener mejores condiciones de seguridad, pero al final, lo más importante es la colaboración de las personas.

¿Cómo avanzan las conversaciones para implementar herramientas tecnológicas?

Las conversaciones se han mantenido con el ICODER, dentro de la alianza que tenemos con el instituto.

Por ahora, ellos hicieron una inversión importante en seguridad privada y vamos a mantener esas conversaciones para contemplar a futuro la idea. Habrá que revisar también las finanzas una vez que pase la emergencia de salud.

Nosotros apoyamos muy fuerte la idea de apoyar el patrullaje con tecnología.

¿El tema de la pandemia afecta la labor policial en materia de seguridad?

Sí, hay más obligaciones y mayor demanda de servicios.

Las obligaciones que teníamos anteriormente con la seguridad ciudadana continúan, pero se sumaron otras que tienen que ver con la emergencia sanitaria. Podríamos hacer una lista de todas las cosas que nos ha tocado hacer, por ejemplo, nos tocó atender la escolta del transporte de mercancías por todo el país.

Hemos tratado de atender todas esas obligaciones sin afectar la seguridad ciudadana, pero si es cierto que hemos tenido que destinar personal policial que estaba en el área metropolitana a para reforzar el patrullaje en las fronteras.

¿Afectará las finanzas?

En materia financiera, eso va a tener un impacto en nuestro presupuesto y estamos haciendo valoraciones de cara a lo que viene.

Hemos tratado de hacer todos los esfuerzos necesarios de planificación, ajustes de recursos y horarios para que eso no tenga un impacto en los indicadores de seguridad ciudadana.

El recurso también se desgasta muchísimo. En la frontera, las patrullas deben ingresar a zonas complicadas, entonces es un desafío constante.

Gastos de alimentación y de combustible principalmente, son operaciones muy caras por la cantidad de recursos que estamos utilizando.

Emergencia de salud, restricción vehicular sanitaria, parques inhabilitados, bares y discotecas cerradas, ¿Qué opinión le merece el incremento de homicidios en el contexto actual?

No es normal que en un escenario de emergencia sanitaria hayan más incidentes de violencia que antes.

Previo a la pandemia atendíamos muchos incidentes los fines de semana, pero en estos momentos atendemos percances de lunes a lunes. Entre semana estamos atendiendo muchísimas eventualidades, no es normal.

Hoy en día hay más de un 20% de reducción en los delitos contra la propiedad, pero lo que si estamos enfrentando son incidentes de violencia muy seguidos, asociados a consumo de licor.

Estamos atendiendo muchos incidentes vía 9-1-1 por escándalos musicales, riñas con armas blancas, machetes, armas de fuego e incluso el resultado lamentable de muertes.

Esto nos preocupa, porque se denota que se ha perdido un poco la conciencia de lo que está ocurriendo con la emergencia sanitaria, la gente sigue programando y realizando actividades donde los factores de consumo de licor y presencia de armas está provocando hechos violentos de manera constante.