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Japdeva estira su presupuesto mientras cruza los dedos por avance de ley rescate

La junta portuaria ya agotó mes y medio de los tres que deberían cubrir los ₡5.753 millones que el Gobierno les otorgó. El proyecto está detenido a la espera de una consulta de constitucionalidad

Por Juan José Herrera |20 de septiembre de 2019, 10:07 AM

La Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva) estira su presupuesto a la espera de la aprobación de la ley rescate, el último bastión de esperanza para la que otrora fuera la encargada de toda la operación de puertos del Atlántico.

Andrea Centeno, presidenta de la junta, confirmó que los pagos de agosto y lo que va de setiembre ya consumieron una parte importante de los ₡5.753 millones que el Poder Ejecutivo les otorgó con el objetivo exclusivo de pagar salarios por tres meses.

“El fondo que nos empezaron a girar nos ha permitido pagar salarios de agosto y este de setiembre. Estamos tratando de utilizar el dinero de la manera más sabia para poder cubrir octubre e, idealmente, parte de noviembre”, afirmó.

La presidenta dijo no tener a mano cuánto dinero queda de esa partida extraordinaria, pero sí fue clara en que los gastos de octubre están “perfectamente cubiertos”; no obstante, lo que pase después de ahí es todavía incierto.

El proyecto de ley para el rescate de la Junta está varado por una consulta de constitucionalidad presentada por 16 diputados a inicios de este mes.

Esto significa que la Sala tiene tiempo para enviar su respuesta a los diputados hasta inicios de octubre. En caso de que encuentre vicios, la iniciativa, que ya fue votada en primer debate, deberá reformarse y volver a someterse a votación, agotando así los recursos y plazos previstos por el Gobierno.

Incluso ante el escenario más optimista, la aprobación de la ley podría no llegar a tiempo para Japdeva.

“Con el mes que lleva de consulta el proyecto en la Sala Constitucional por supuesto que nos demanda ser todavía más sabios en el uso del presupuesto. Ojalá podamos pasar todo el proceso apoyados en esta primera derogación que hicieron”, aseguró la jerarca.

Si eso no sucede, Centeno ha sido clara en que adoptarán las medidas necesarias para no volver a caer en la insolvencia económica que precisamente motivó esa ley de rescate.

Estas irán desde el despido inmediato de empleados hasta, en última instancia, el cierre técnico de la institución.

“Lo que estamos buscando es darle la oportunidad a Japdeva, no hay una intención de que haya un cierre técnico o una afectación total de la organización, pero de suceder no tener solvencia económica para salir adelante o que se alargue el proceso (de aprobación de la ley) y no haya con qué financiarlo, se tomarán todas las medidas y responsabilidades con los trabajadores y clientes. 

"Va a ser una ecuación difícil de manejar, una situación crítica, pero se tomaría con toda la seriedad del caso”, afirmó la presidenta.

¿Qué propone?

Japdeva expresó meses atrás la necesidad de recortar 80% de la planilla actual (casi 950 empleados) de la junta para lograr un equilibrio financiero con los ingresos que actualmente generan.

Así, el proyecto de ley para la modernización de Japdeva define tres opciones para esa disminución de personal: un plan de prejubilación, traslados horizontales a otras instituciones estatales o bien el pago de cesantía de la mano con otros beneficios.

La Junta ya identificó 315 empleados que cumplen con los requisitos para ese plan de prejubilación (al menos 55 años de edad y 25 de cotizar) y alrededor de 250 que se perfilaron para el tema de traslados.

“Sobre la tercera modalidad, que es la que se decidiría por salir de Japdeva con una serie de incentivos adicionales, lo que nos han manifestado los empleados es que están a la espera del segundo debate para tener una mayor certeza de su futuro”, explicó Andrea Centeno.

Precisamente para cumplir con estas posibilidades los diputados dictaminaron esta semana un presupuesto de casi ₡18.000 millones para el pago de esas pensiones y cesantías.

Centeno defendió que, aún si el proyecto no consiguiera salvar a Japdeva, el esfuerzo por rescatarla valió la pena.

“Ante un escenario de cierre técnico también tendría que haberse evaluado qué pasaría con los empleados. Yo lo que digo es que en uno u otro escenario el lograr conseguirles alguna plaza a las personas de Japdeva en otra institución tiene valor; el que un grupo de personas se prejubilase porque no tienen después una oportunidad de reemplearse en la provincia es de igual valor”, finalizó la jerarca.