Por Julio Naranjo |21 de agosto de 2019, 2:48 AM

El 74% de los educadores del Gran Área Metropolitana (GAM) nombrados por el Ministerio de Educación Pública (MEP) no les gusta leer.

Pese a ser una fuente prodigiosa de conocimientos que enriquece las habilidades lingüísticas y es capaz de llevar al límite la imaginación, la realidad es que la lectura es poco cultivada en las escuelas costarricenses.

La mayoría de docentes consideran el hábito de leer como “una práctica obligatoria, poco relacionada con el gusto y el placer”.

Este es uno de los preocupantes hallazgos que arroja el sétimo Informe Estado de la Educación realizado por el Consejo Nacional de Rectores (Conare) y el Programa Estado de la Nación, el cual fue publicado este miércoles.

Mediante una encuesta sobre procesos de lectura y escritura de la escuela primaria aplicada a 364 maestros y maestras del primero y segundo ciclo del GAM, investigadores detallaron que cerca del 26% de ellos “pone poco o ningún énfasis en prácticas relacionadas con el fomento de la lectura”.

Estos números contrastan con la reforma curricular aprobada por el Consejo de Educación Superior (Conesup) que entró en vigencia en el 2014 para la asignatura de Español, la cual sitúa el lenguaje como herramienta base para las demás áreas en el desarrollo del conocimiento del estudiante.

Según la misma encuesta que aporta el informe del Estado de la Educación, la posibilidad de que los educadores empleen prácticas de lectura y escritura según los objetivos planteados por el MEP es de apenas el 50%.

En orden de importancia, los factores que pueden incrementar dicha probabilidad son las competencias adquiridas durante la formación universitaria, el uso de recursos didácticos dentro del aula y la experiencia del docente.

Solo el 32% de los educadores en servicio que fueron consultados se sienten completamente preparados para la enseñanza del Español.

Universidades heterogéneas

A partir del estudio de las mallas curriculares y programas de cursos suministrados por Conesup y las universidades, el informe señala que la preparación de profesionales en primaria no es la mejor.

Mientras en las instituciones de educación pública se encontró en todos los cursos de enseñanza de la lengua española son compatibles con los planteamientos, enfoques y contenidos del MEP, en muchas universidades privadas la brújula anda perdida.

“En los cursos de didáctica de la lengua, lectoescritura y literatura en particular, se encontró un desfase entre mallas curriculares y materias reportadas al Conesup y lo que en realidad se imparte”, destacan sobre la oferta privada.

El análisis comparativo realizado identificó entre las dos opciones académicas planes de estudio con muchas brechas en aspectos como requisitos de ingreso, tiempos de graduación, cantidad de créditos, procesos de actualización y acreditación de carreras, enfoques y contenidos en el área de lengua.

El informe agrega que uno de los retos es generar vínculos sólidos entre las universidades y el MEP con el fin de que asegurar que los profesionales que gradúan correspondan a lo demandado en la educación actual.