Por Teletica.com Redacción |29 de junio de 2017, 9:46 AM

Donald Trump nuevamente blandió su afilada y grosera espada contra dos comunicadores, su blanco principal de las críticas más ácidas desde antes de asumir su cargo como presidente de la principal potencial mundial.

En esta ocasión las 'víctimas' fueron los presentadores Joe Scarborough y Mika Brzezinski del programa matutino Morning Joe de la cadena MSNBC, quienes lo han acusado de "mentir a diario" y calificarlo como "el mayor mentiroso" que ha ocupado la Casa Blanca.

“Muchas veces lo hace cada minuto. Se olvida de la mentira que dijo cinco minutos antes”, señaló Scarborough, quien agregó que Trump tiene poca integridad.

Esto hizo que el mandatario usara su cuenta en Twitter -su principal plataforma de ataques- para calificarlo a él de “psicópata” y a ella de “loca”; incluso, sobre Brzezinski agregó que tiene “bajo coeficiente de inteligencia”. 

Minutos más tarde de este mensaje, Trump volvió a arremeterla contra ellos al relatar que ambos acudieron a su complejo turístico Mar-a-Lago en Florida y pidieron poder verlo. “Ella se desangraba por un estiramiento de la cara. Dije que no”.

La presentadora se defendió con un tuit con una caja de cereal en la que aparece un niño con un texto que dice: "Hecho para manos pequeñas".

La cadena MSNBC lamentó los ataques: "Es una día triste para Estados Unidos cuando el presidente gasta su tiempo acosando, mintiendo y vomitando ataques personales en lugar de hacer su trabajo".

Sarah Huckabee Sanders, portavoz adjunta de la Casa Blanca, se limitó a decir que Trump "combate el fuego con fuego" y no va a permitir "ataques de odio" de medios liberales, consignó el diario El País.

Estos insultos elevaron la preocupación en el Congreso, tanto en filas republicanas y demócratas.

Nancy Pelosi, la líder de la minoría demócrata, aseguró que se trata de ataques "sexistas, una asalto a la libertad de prensa y un insulto a las mujeres".

Paul Ryan, líder de los conservadores en el Congreso, exclamó: "Estamos intentado mejorar el tono del debate pero esto no ayuda".

El senador republicano Lindsey Graham acotó: "Esto representa lo peor de la política en Estados Unidos".