Viernes Negro

¿Cuándo es el Viernes Negro y cómo nació este día que inaugura la temporada de compras navideñas?

Pese a que son varias las versiones sobre el origen del Viernes Negro, dos teorías son las que más destacan entre la cultura popular

Por José Fernando Araya |14 de noviembre de 2018, 5:55 AM

Es el día perfecto para aprovechar las “ofertas” de las tiendas, para adelantar las compras navideñas o darse un gustito personal.

Tarjetas de crédito van y vienen. Filas interminables en comercios son la tónica de este día.

Este 2018 el Black Friday o Viernes Negro llegará al comercio el 23 de noviembre, día fundamental para el comercio a nivel mundial.

Pero, ¿cómo comenzó esta tradición de compras y por qué se le llama viernes negro?

El origen como tal es incierto, pero lo cierto es que hay muchas teorías al respecto sobre la historia de este día que suele celebrarse todos los viernes después del Día de Acción de Gracias en los Estados Unidos (último jueves de noviembre).

Pero hay dos historias que son las que toman más fuerza como origen de este tan esperado día por los consumidores, pero sobre todo del comercio.

La frustración de Filadelfia.

La teoría más fuerte del origen de este viernes negro o black friday nace en el estado de Filadelfia en 1966.

Como es tradición desde hace décadas, muchos norteamericanos suelen trasladarse a otros estados o pueblos a reunirse con sus familiares para Acción de Gracias.

Una vez finalizada la celebridad, miles de personas regresan a casa, generando un caos vial en las carreteras (¿les parece conocido?).

A esto se sumaba que en Filadelfia solía disputarse el sábado posterior a esta fecha un tradicional partido de fútbol americano universitario entre las escuelas Naval y Militar de los EE. UU. 

A dicho juego solían venir gente de todas partes del país, lo que acrecentaba todavía más el tráfico en la ciudad.

La enorme cantidad de gente, ruido, polvo y contaminación llevaron a la policía del estado a catalogar este día como “Black Friday”. 

La idea detrás del término era desmoralizar a la gente e invitarlos a quedarse en casa y así evitar un poco el caos de tráfico y gente en las calles. Sin embargo, el resultado acabó siendo lo contrario.

La tranquilidad de los números negros.

Otra de las teorías es que el término se popularizó en la segunda mitad del XX, donde el consumismo comenzó a tomar fuerza cada vez más, al punto de llegar a asociarse cualquier festejo con regalos o presentes: día de los enamorados, día de las madres, etc.

Pero para el Día de Acción de Gracias, solo existía una forma de festejarlo: reunirse con la familia.

Ante esto, el comercio –en una jugada muy astuta- notó un detalle que cambiaría la historia de esta celebridad.

Muchos de los familiares al trasladarse a visitar a sus seres queridos a otros estados, aprovechaban su estadía para adelantarles los regalos de navidad, ya que por lo que general no se volverían a ver en los festejos de diciembre.

Muchos de estos regalos solían ser sobres con dinero, al mejor estilo de nuestros abuelitos.

Aprovechando la oportunidad de hacerse con esos sobres con dinero, los comercios comenzaron a idear ofertas y descuentos con lo que las tiendas solían pasar de los números rojos en sus cuentas debido a las deudas del año, a números negros.

De ahí que los comerciantes le comenzaron a llamar “viernes negro”, es decir, el día que llegaba la solvencia y tranquilidad económica.

El concepto se popularizó en 1966 y como detalle destaca que a partir de 1975 se considera en los Estados Unidos el día que inaugura la temporada de compras navideñas.

El término “Viernes Negro” se mantuvo por muchos años en algunos estados gringos y fue hasta en la década de los 90’s que la popularidad se disparó y ya para los 2000 había tomado al resto del mundo.

Hoy en Costa Rica es toda una realidad y desde muchos meses antes, los comercios se preparan contratando a más personal para atender a la enorme cantidad de clientes que acuden.

Lo cierto es que el Viernes Negro ya se vive como nunca y es toda una tradición comercial que llegó para quedarse.