Tía Zelmira: Mucho 'güiri güiri' con el chiqui chiqui

Rogelio Benavides Rivas/[email protected].
 
Cumpleañeros

Un saludo especial para mi colega Johel Solano, quien cumple años este 30 de junio. El segundo saludo es para Lynda Díaz, cumpleañera del 30 de junio, espero que la pase muy bien en unión de su esposo, sus hijos y de su querida nieta. También celebran su natalicio esta semana Helena Baruch (cumple el 3 de julio); el director de Noticias Repretel, Gilberto Valencia (3), la actriz Marcia Saborío (3), la periodista Betsy Rojas (4), la periodista Silvia Fallas (4) y el promotor musical Julián Villalta (6). Felicidades a todos mis sobrinos, espero que la pasen muy bien y muy felices en unión de sus seres queridos.
 
Mucho 'güiri güiri' con el chiqui chiqui 

La afición por el ritmo del chiqui chiqui ha llevado a algunos promotores a realizar espectáculos con ese tipo de música, que tiene una buena cantidad de seguidores. Sin embargo, las experiencias recientes por revivir temas como Julieta ta ta y La avispa, han generado mucho güiri güiri.
 
En el episodio más reciente, hecho público el miércoles, los empresarios musicales Alfredo Moreno, líder del grupo La Banda, y Luis Jákamo, de Manantial, reclamaron por el uso sin autorización de los derechos de imagen, de la música, de sus fonogramas y portadas, fotos y logotipos utilizados en el concierto “Música por siempre”, realizado el pasado 23 de junio en el Auditorio Nacional.
 
De acuerdo con Moreno y Jákamo, cuando se enteraron de la realización de ese espectáculo, conversaron con sus abogados, quienes les confirmaron que ellos tenían derecho de reclamar por la incorporación de la música original y los respectivos afiches en el mencionado concierto y en la promoción y publicidad del mismo. De acuerdo con el criterio legal, ellos pudieron haberse presentado el día del concierto con la Policía, impedir la realización y recoger el dinero de la taquilla.
 
Pero, Moreno y Jákamo no pretenden lastimar a nadie ni lucrar con el uso no autorizado de la música y de las imágenes y así se lo hicieron saber al locutor y animador Manuel Fresno, uno de los organizadores de “Música por siempre”. La idea es que esta situación no se repita, de lo contario se verán obligados a actuar legalmente y sentar las responsabilidades del caso.
 
Durante el concierto, fue clara la utilización de las pistas originales de todos los grupos, a las cuales les hicieron un proceso que elimina la voz de la grabación original; aquello era como escuchar un karaoke y de eso se enteraron algunos asistentes, quienes se sintieron incómodos, insatisfechos y molestos con esa situación, pues la idea era escuchar a los intérpretes originales con arreglos musicales montados para la ocasión.

​En el caso de Manantial, por ejemplo, el nombre está registrado como propiedad de Luis Armando Jákamo, desde 1978. “El registro del nombre comercial tendrá duración indefinida y se extinguirá con la empresa, persona o el establecimiento que emplea el nombre comercial o sea su titular”, de acuerdo con la Ley de Marcas y otros Signos Distintivos, Número 7978.
 
El artículo 66 de la misma legislación estipula que el titular de un nombre comercial tendrá el derecho de actuar contra cualquier tercero que, sin el consentimiento de aquel, use en el comercio un signo distintivo idéntico al nombre comercial protegido o un signo distintivo semejante, cuando esto sea susceptible de causar confusión o riesgo de asociación con la empresa del titular o sus productos o servicios.
 
La protección del derecho que el titular de la marca comercial ostenta se dilucidará tanto en la vía civil como penal, según lo establecido en la Ley 8039 de Observancia de los Derechos de Propiedad Intelectual. Basado en lo anterior, Jákamo ruega que no se utilice el nombre comercial de Manantial, como conjunto musical, debidamente inscrito a favor suyo, para publicitar actividades musicales dentro de todo el territorio nacional, sin previo consentimiento del titular.
 
Las mismas razones mueven a Alfredo Moreno a reclamar los derechos que le corresponden sobre el nombre de La Banda.
 
Moreno y Jákamo reiteraron su confianza de que se respete el derecho que les asiste, para no verse obligados a invocar los extremos que les otorga la mencionada ley. Además, dijeron que esta iniciativa de ellos alerta a otros productores que quieran hacer actividades similares. “No se trata de perseguir a nadie, la idea es que se respete nuestro ordenamiento jurídico”, advirtieron.
 
La experiencia con esta música siempre ha sido positiva, especialmente cuando se ha hecho bien. Hay un público considerable que le gusta revivir recuerdos con este tipo de canciones, en especial con el llamado ritmo del chiqui chiqui, desarrollado por La Banda, Manantial, Jaque Mate, Marfil, La Pandylla y otros. Por ejemplo, el espectáculo de gran calidad y sobrado profesionalismo “Qué tiempos aquellos”, producido por el cantante Ricardo Acosta, convocó a varios artistas que montaron los arreglos musicales, ensayaron e hicieron las cosas con sobresaliente profesionalismo, incluso Acosta trajo de Chile a Polo Álvarez, arreglista y director musical de artistas como Leo Dan, Lucho Muñoz, Leonardo Favio, entre otros. El resultado de esa producción fue un verdadero éxito, sin embargo, si no se hace de esa manera, es difícil que el resultado sea bueno. Ahora se anuncia un concierto para el 28 de julio, denominado sencillamente “Chiqui chiqui”, por lo que he visto, están usando imágenes nuevas y creativas, ojalá que el espectáculo programado en Jazz Café también lo sea. Mientras tanto, celebro la actitud de Alfredo Moreno y Luis Jákamo, quienes han encendido las luces de alerta para que se hagan las cosas bien, para que se respeten los derechos y las leyes, y para que no se lastime la calidad musical. No hay que matar la gallina de los huevos de oro, más bien hay que pulir esos huevos para que sigan brillando con alta calidad y buen gusto, la música lo agradecerá y el público más. Si van a seguir con ese güri güiri, que sea en beneficio del chiqui chiqui.

​Ojo con el gollo paco 

Muchas veces, las únicas llamadas a mi celular son las de Gollo, específicamente de su departamento de cobros; ese número lo tengo identificado en la lista de contactos como “Gollo cobros”, en otra época los ponía como “No contestar”, pero ahora hasta me divierto, con la filosofía ¡Solo bueno! En Gollo he comprado —a pagos polacos— la mayoría de los aparatos de mi casa, especialmente el microondas, la lavadora, la sanguchera y el coffeemaker. Una semana antes del día de pago y como ya no hay polaco con tarjeta de abonos, empiezan las llamadas y los mensajes virtuales. No fallan. Se producen unas cinco llamadas de Gollo Cobros y, una vez superada esa cifra, empiezan a timbrar los “números privados”; los dejo en “visto”, porque no contesto esos contactos ocultos e incultos. Los cobradores de Gollo son, hoy por hoy, quienes me tienen más presente o al menos me llaman más y eso se padece y agradece. Desde la semana pasada empezaron a llamarme para la cuota de un congelador azul, adquirido para el restaurante. Los compramos como a 89 meses plazo, con intereses y creces. El viernes de la semana pasada, finalmente, conseguí un préstamo puente y me fui a pegarle un BACatazo con la roja a Gollo, allá en Pavas, por la calle ancha, casi llegando al Cementerio Metropolitano, donde tratan de descansar en paz varios conocidos, pero esos son personajes de otro lamento. La Loba y yo íbamos apurados, para llegar al mediodía en punto a recoger al nieto en el kínder. Encontrar lugar para el carro en ese Gollo, es una odisea épica, como la de Homero, pero con más poemas y más cantos. En el primer espacio del estacionamiento había un cono verde y allí mismo nos metimos, sin pensarlo dos veces; error: salió el jefe de las Fuerzas Armadas de Gollo Pavas y nos señaló la prohibición. Mi esposa acató la orden y reculó, pero yo reclamé airadamente mi derecho a estacionar para pagar y detener las llamadas. El uniformado, de pocas pulgas —como corresponde— reiteró la prohibición, con el argumento de que en cualquier momento podría llegar una viejita en silla de ruedas y necesitaría ese campo; aunque le expliqué que las viejitas no salen a esa hora ni hacen pagos ni compras, no lo convencí y él no advirtió que, en aquel momento, los 7600 éramos nosotros. También le externé al gollo paco mi enojo porque pasaron una semana acosándome virtualmente y ahora, en forma presencial, él coartaba mi derecho a honrar la deuda para poder descansar un mes de las llamadas. Le notifiqué mi intención de hablar con su superior y me dijo que hiciera lo que quisiera, pero no me dejó estacionar tres minutos que fue lo que duró mi nerviosa acompañante pagando. La viejita de la silla de ruedas nunca llegó, los únicos viejitos en la escena del crimen fuimos nosotros, ya pensionados, pero no acabados. ¿Dónde estacionamos? Pues en la vía principal, al lado de un rótulo de “no estacionar”, pero estacionamos. Y ¿el servicio al cliente? Deberían explicarle a este policía, que en este y en todos los tiempos, la prioridad es pagar o pagar, no hay dilema. Hasta el próximo mes…si el guarda quiere. Ya les contaré cómo me va, a lo mejor saco fiada una moto Gollo, para la súper abuela, porque este rosario de cuentas infelices, calla más de lo que dice, pero dice la verdad. Pues sí, seguiré comprando en Gollo, aunque rezongue, ¿qué me queda?

 A mí me gusta San Chepe 

Tengo opinión positiva sobre el mejoramiento de San José, se han hecho obras importantes y, aunque queda por hacer, el futuro pinta bien. Esta semana recibí una buena noticia: de acuerdo con la prestigiosa revista “The Economist”, nuestra capital es una de las ciudades más habitables de América Latina. Hay gente que solo piensa en si se ve fea o bonita, el correcto funcionamiento va más allá de cómo la veamos o la percibamos. Para hacer estudios como el patrocinado por la revista, se toman en consideración muchas variables. Un año más, incluso luego de las graves consecuencias de la pandemia y las inundaciones de esta semana, provocadas por alcantarillas saturadas de basura, San José ocupa un lugar de honor en el mundo, como un espacio humano habitable, de acuerdo a una publicación, realizada el pasado 23 de junio, por la mundialmente reconocida revista británica. El posicionamiento de la capital, como la quinta mejor ciudad para vivir de América Latina, es producto del trabajo que realiza la Municipalidad de San José, en conjunto con otras instituciones, en procura de mejorar la calidad de vida de sus habitantes y usuarios, así como promover su competitividad y desarrollo económico. En el estudio, que incluye a 173 ciudades de todo el planeta, la ciudad más habitable es Viena, Austria; mientras que, en Latinoamérica, por delante de la capital costarricense se ubicaron Buenos Aires, Santiago, Montevideo y San Juan, Puerto Rico. El índice de habitabilidad, de acuerdo con The Economist, evalúa a las ciudades en cinco aspectos fundamentales: estabilidad (política), atención médica, cultura y medio ambiente, educación e infraestructura. Desde el año 2013, San José ocupa los primeros lugares de este índice, a escala latinoamericana, lo cual hace que la capital sea un destino atractivo para las inversiones, el comercio, los emprendimientos y el turismo. Con su declaratoria como Capital Iberoamericana de las Culturas 2023, y al celebrar el bicentenario de su capitalidad, la municipalidad celebra este importante reconocimiento, el cual es un aliciente por continuar trabajando en procura de que San José sea una ciudad más moderna, competitiva, habitable y sostenible, de la cual puedan sentirse orgullosos todos los costarricenses. Mi sincera felicitación al alcalde Johnny Araya y todos los funcionarios de la Municipalidad de San José.

​Te tengo un vieras 

Vieras que, aunque parezcan distantes, el árbitro Ramón Luis Méndez y el legendario músico y líder de Manantial, Luis Jakamo, son muy cercanos y cuando se encuentran repasan anécdotas como lo hicieron durante el encuentro casual en el restaurante Estación Atocha Don Bosco.

Vieras que mi amigo el banquero Gerardo Porras regresó el lunes al país, tras haber estado varios días en Miami, donde se sometió a un procedimiento quirúrgico muy complicado, afortunadamente todo salió bien y ya pasó el susto. Gerardo, quien ya se incorporó a sus funciones como gerente de ACOBO, tuvo una pizza —de comer— con un grupo de amigos el martes.
 
Vieras que la exitosa periodista Verónica Bastos se fue de vacaciones con sus tres hermanas Wendy, Melissa y Andrea, a Europa y la pasaron muy bien. La gira empezó en París, donde visitaron lugares emblemáticos y probaron la alta cocina; después se fueron a Madrid y aquello fue un jolgorio. La verdad es que este encuentro de las cuatro hermanas, sin parejas y sin hijos, fue una gran idea para disfrutar como si no hubiese mañana, parecían adolescentes escapadas de un lindo bazar.

​Vieras que el reconocido maquillista Adán Chinchilla se soltó las mechas y se fue el domingo pasado al desfile de la diversidad o Pride. Adán se engominó el copete rubio, se encaramó un chonete y usó paraguas con los colores del arcoiris. Adán contó que tenía seis años de no participar en esa concentración. Bueno, por lo visto, Adán está de regreso.

Vieras que el cantante El Discípulo se puso las pilas y está en un relanzamiento. Anda estrenando temas, participando en conciertos y luciendo ropa extravagante, como corresponde a un artista urbano como él. Por el momento, se alista para cantar en las fiestas de Playas del Coco, el próximo 19 de julio, y en las de Nandayure, el 23. El Discípulo anda feliz con ropa urbana de la marca Mind & Soul, de José Gómez Mata. “Ser artista es cantar, sobresalir, ser empático y verse siempre bien y a la moda. Mind & Soul me ha dado mucho más de lo que esperaba: es ropa moderna y con el respaldo de una compañía que lleva varios años en la industria del diseño y la confección. Las prendas de Mind & Soul me han dado el aspecto, la comodidad, la calidad y el caché que siempre he buscado. Para convencer y triunfar, hay que crecer. En esas estamos”, dijo Mario Alberto Díaz Pérez, conocido artísticamente como El Discípulo.

Vieras que ya está de regreso en el país el diplomático, periodista, historiador y escritor Armando Vargas Araya, quien se desempeñó durante los últimos años como embajador en Australia. Vargas ha ido reincorporándose poco a poco a las actividades regulares y a poner la casa en orden, mientras tanto, se ha reunido con algunos amigos, como lo hizo la semana pasada, en Multiplaza Escazú, con el diplomático y periodista José Joaquín Chaverri. Un abrazo para ambos colegas.

​Vieras qué divertido. Cuando leo temas en las distintas redes y plataformas, me divierto o me informo más con los comentarios que ponen por las ocurrencias, el ingenio y el atrevimiento de más de uno. Esta semana, por ejemplo, en La esquina 506 subieron una nota sobre Álex Badilla y en los comentarios alguien puso “apareció Paquita junior”, eso me pareció ocurrente y divertido.
 
Eso es todo, los quiere Tía Zelmira, la que todo lo mira.