24 de diciembre de 2021, 5:21 AM

Rogelio Benavides Rivas/Editor/[email protected]
 
 
Cumpleañeros 

Este viernes 24 de diciembre celebran su natalicio la presentadora Marilín Gamboa, mi buen amigo Jimmy Mussio y el productor musical Alfredo “Chino” Moreno. También cumplen años esta semana el empresario Miguel Rosenfeld (cumple el 25 de diciembre), el actor Gary Centeno (25), Jessica Soto (26), la empresaria gastronómica María Fernanda Molina Barrera del café Momo (26), mi hija María José Guzmán Mora (27), la guapísima Cindy Esquivel Elizondo (28), la empresaria Melba Vega Vásquez (28), la ingeniera Isabel Bolaños Ortega (29), la periodista y presentadora Ana Lucía Vega (29), la productora Gloriana Sanabria (29), la periodista Lucelena Soto Esquivel (29), Angie Conejo (30) y Andrea Zamora (30). Felicidades a todos.
 
Felicidades Viviana 

El pasado 18 de diciembre cumplió años mi buena amiga Viviana Montero y celebró con sus amigos más cercanos en una divertida y bonita festividad en Palmares. A esta niña, que le gusta la fiesta, es Graduada en Relaciones Internacionales, por la Universidad Nacional (UNA) y tiene estudios en la Université de Caen, Normandie. Viviana, muchacha de nuestro tiempo, es una connotada atleta. Su nombre, de origen latino, procede de “vivianus”, llena de vida o de “vividus”, viva, vigorosa… como es ella. Las que llevan ese nombre son simpáticas, abiertas, sociables, activas y dinámicas. Siempre quieren hacerlo todo y ser la mejor, sin perder su libertad e independencia. Viviana es decidida y reservada; es una mujer muy dinámica, que contagia su energía a quien se encuentre cerca de ella. Es trabajadora, ambiciosa y sabe sacar provecho de todo lo bueno y lo malo que le ocurre a ella y a los demás. En el terreno sentimental es muy exigente y difícil de seducir. ¡Felicidades!

Carolina Rodríguez, Viviana Montero y Cindy Esquivel, muy bellas las tres.

Cumple años Chino Moreno

Alfredo Moreno Estrada nació una Noche Buena, por eso su alma es buena. Sí: fue un 24 de diciembre cuando comenzó su fructífera existencia. ¡Feliz cumpleaños! Conocido desde siempre como Chino Moreno, no es ni chino ni moreno, pero sí muy bueno. Este buen hombre ya suma siete décadas entregadas a servir a los demás, a dar lo mejor de sus esfuerzos a su país, a su gente y a la alegría, tan necesaria en estas épocas de incertidumbre.
 
Alfredo es un apóstol de la música bien hecha. Ama el jazz y la música clásica, no sabe bailar, pero sabe observar y disfrutar la buena literatura.
 
Interesado también en la música popular fundó el grupo Manantial, que de inmediato empezó a sumar éxitos con sus baladas, pero seguía con la inquietud de hacer cosas nuevas de crear algo que todos pudieran disfrutar y…bailar.
 
Fue en 1978 cuando fundó el grupo La Banda (con Ricardo Sáenz y Marcos Monge), mismo año en que triunfó su versión para La Avispa. Creador innegable del llamado ritmo “chiqui chiqui”, con el que aprendimos a cantar, leer, bailar y marchar, no hay duda que ha hecho un significativo aporte a la música contemporánea de Costa Rica.
 
Fue aquella una época muy bonita para la música. Los conciertos con los grupos nacionales eran verdaderos llenazos, en los salones y en los gimnasios de todo el país se cantaba y se bailaba, mientras los grupos interpretaban los éxitos que también se difundían en los programas de televisión.
 
Este señor cambió la forma de disfrutar de todo un país que siempre quiere ser más feliz.
 
Antes de su decidida incursión en la industria musical, había grandes orquestas y grupos de música pop juvenil, entonces, él mezcló aquellos con los ritmos tropicales como el merengue, la salsa y la cumbia.


Nació el chiqui chiqui gracias a muchas horas dedicadas al estudio del comportamiento de sus coterráneos: Cómo bailábamos, cómo marchábamos en los desfiles escolares (izquier, dos, tres, cuatro, izquier…), cómo hablábamos y cómo leíamos.
 
Este baterista convirtió sus observaciones en música bailable, en un ritmo que nos marcó y nos sigue marcando. Entonces surgieron grupos dedicados a este tipo de música que marcaron toda una época, en especial la de los 70 y 80. Después de La Avispa vinieron La Pastilla del Amor, Julieta, El Pipirabao, El Cangrejo, El Criticón y muchas más que se convirtieron en clásicos del chiqui-chiqui y del Canchis, Canchis. No hay discusión, El Chino Moreno recicló el sonido de Costa Rica, gracias a que siempre ha sido un visionario.
 
Su afición a la música y su trabajo en la radio le permitió conocer el gusto de la gente. Entonces, ya en Titania se convirtió en exitoso programador de radio y en toda una autoridad en la radiodifusión costarricense. Elegir los temas que pueden gustar a los oyentes es el trabajo que sigue haciendo desde la Cadena Radial Costarricense, casa de 94,7 que fue primero Metrópoli, capital de la música.
 
En su lista de cosas buenas para el alma nacional está la producción de “Lo daremos todo”, tema que cantó y grabó la Selección Nacional de Futbol que nos representó en Italia 90. Pasan los años y este himno sigue sonando en la radio, en la televisión y en nuestros corazones.
 
Hay buenas personas y Alfredo Moreno encabeza la lista de los mejores. Lamentablemente los buenos están en vías de extinción y no son reciclables, son de un solo uso. La verdad es que a este Moreno lo deberían de clonar. Si tal cosa sucediera, y hubiera muchos como él, nuestro planeta podría cambiar.

Alfredo “Chino” Moreno Estrada.

Recuerdo del encuentro de Óscar Arias con Maripepa 

El 19 de setiembre de 1986, en el ejercicio de su primer mandato, el Premio Nobel de la Paz y dos veces Presidente de la República doctor Óscar Arias Sánchez recibió en su despacho de la Casa Presidencial a la vedette española María José Nieto, conocida artísticamente como Maripepa.
 
El escándalo estalló de inmediato y sonó tan fuerte como las sirenas de las motocicletas encargadas de escoltar a la artista durante su recorrido hasta Zapote. Hoy don Óscar Arias reconoce el episodio, pero no se acuerda bien de la guapa española.
 
Maripepa marcó toda una época en nuestro medio. De buen cuerpo, simpática y de una personalidad arrolladora, fue de las primeras de enseñar más piel de la cuenta en los escenarios; de aquellas actuaciones surgió el término de “maripepino”, usado para describir a hombres dedicados a los bailes sensuales en tarima.
 
Precisamente, el lunes de esta semana acudí a la casa de don Óscar Arias a entregarle un boceto (cuadro) del pintor costarricense Rodolfo Stanley, con una representación de la visita de Maripepa.
 
En esa obra se ve un sillón tipo presidencial con una gata encima, además sobresalen unas piernas de varón y un zapato grande; a un lado, una fina mano sostiene un abanico y en el otro extremo hay encajes y una típica mantilla; al centro se insinúa un trasero hermoso como el de la vedette.
 
El sábado anterior le envié el siguiente mensaje a don Óscar: Tengo un obsequio para usted. En 1986 el pintor Rodolfo Stanley, quien falleció hace un par de semanas, hizo un boceto titulado “Estudio de la visita de María Pepa a la Casa Presidencial el 19-9-86”. Como yo era periodista en La Nación y escribía sobre Artes Plásticas, Stanley encontró “apropiado” regalármelo, probablemente con el propósito de que escribiera una nota sobre el tema. Desde entonces el cuadro está en una de las paredes de mi casa. Tras la muerte del autor, me he sentido liberado de resguardarlo y he decidido ofrecérselo a usted”. De inmediato don Óscar me respondió afirmativamente y el lunes 20 acudí a entregársela.
 
En ese breve encuentro no hablamos mucho del tema, más bien tocamos otros asuntos de actualidad siempre en el marco de un indiscutible intelectual como él. En la visita me acompañó el abogado Raymundo Macís, persona allegada al expresidente quien, como yo, resaltó el trato amable y cordial de don Óscar.
 
Agradezco sinceramente el gesto de honestidad al recibir ese documento, de un episodio probablemente incómodo para él en aquel momento. Una persona de su trayectoria, dos veces Presidente de la República, Premio Nobel de la Paz y uno de los costarricenses más conocidos de la historia, necesariamente debe haber recibido a miles y miles de personas desconocidas, pero que, en razón de su cargo y notoriedad, le correspondía hacerlo. La visita de Maripepa, fue una entre miles.

Profesional muy destacado 

El conocido locutor de radio Columbia, Mario Méndez Castro, está feliz y orgulloso con los logros profesionales de su hijo el médico hematólogo Max Méndez López, quien recientemente se graduó con un PhD en la Universidad de Zurich, Suiza, como especialista en Hematología Molecular y en Biología del Cáncer. Tras haberse graduado aquí como médico especialista en Hematología, hizo una maestría en Microbiología en Bonn, Alemania; después se graduó como Hematólogo Molecular en la Imperial College of Science Technólogy and Medicine de Londres, y ahora obtuvo ese alto grado en Biología del Cáncer. Por lo visto este joven seguirá haciendo aportes a la ciencia y a las investigaciones en cáncer en entidades de renombre mundial. Felicidades para él y su familia, pues se trata de otro costarricense que destaca entre los mejores del mundo en el área de las ciencias médicas.

Max Méndez y su hermana la doctora Gisselle Méndez López.
 

Eso es todo, los quiere Tía Zelmira, la que todo lo mira.

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