18 de agosto de 2023, 11:34 AM

Por Rogelio Benavides / [email protected]
 
Cumpleañeros 

Este viernes 18 de agosto celebra su cumpleaños la presentadora Sylvia Blanco, la “abuena” más bonita que conozco; espero que la pase muy feliz rodeada del cariño de sus hijos y de la marimba de nietos. También está de cumpleaños el modelo Yarent Castro (cumple el 18), el cantante Saret Waloo (19), el ejecutivo de Canal 7 Manuel Acosta (20), el abogado Joaquín Cordero Martínez (20), la modelo y presentadora Mariana Loranca (21), la empresaria Jetty Campos (21), el locutor Adrián Barahona (21), la periodista Ericka Morera (22), el empresario Julián Volio (23), la bailarina Yessenia Reyes, la publicista Gía Pandolfo (24); la mamá de Maribel Guardia, Vilma Chacón (24), la odontóloga y cantante Pamela Alfaro (24), la bailarina Sabrina Fuchs (24) y el comediante Roque Ramírez (24).

El cartel de los sapos 

La columna anterior, sobre mi faceta como vendedor y experto en sapos, generó diversos comentarios y reveló verdades sobre la condición de saperos de algunos colegas periodistas, quienes podrían formar el cartel de los sapos.
 
Los lectores más sorprendidos ignoraban la utilización de esos anfibios en un test de embarazo denominado Prueba de Galli. En 1947 el médico argentino Carlos Galli Mainini, descubrió un diagnóstico precoz de embarazo; consistía en inyectar, en el saco linfático dorsal del sapo, la orina de la mujer. Si a las tres horas de la inyección el sapo eyaculaba, se confirmaba el embarazo.
 
En el hospital de Quepos compraban esos anuros a cinco colones y yo me convertí en el principal proveedor, tras capturarlos durante las noches en los caños y acequias de la vecindad.
 
Mis colegas Ramón Luis Méndez, Everardo Herrera, Alfonso Estevanovich, José Luis Valverde, Vicky Luna, Marvin Alvarado y el veterinario Fabio Chaves, evidenciaron su militancia en el cartel de los sapos. Carlos Loría y mi hermano Eduardo Benavides también hicieron su aporte.
 
Y como todo cuento tiene otra parte, el periodista Alfonso Estevanovich no vendió, compró sapos para la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), donde trabajó desde los 17 años y ejerció todo un apostolado. Según contó, en la Caja pagaban los sapos a tres colones, pero cuando llegaba el sapero con su saco lleno, él —Alfonso— debía elegir los machos, aptos para la prueba de Galli. Estevanovich, por cierto, conserva un sapo de cuero, adquirido en la talabartería Martínez de Puntarenas. ¿Se acuerdan de esos adornos? Algunos hasta tenían instrumentos musicales, cual si fuera una orquesta tropical. De acuerdo con Alfonso, por eso él y yo somos periodistas, porque algunos interesados en desprestigiar esta profesión, nos califican de sapos.

Fotos Tía Zelmira
El periodista Alfonso Estevanovich compraba sapos.

Antes de seguir, me detengo en el término cartel o cártel, normalmente relacionado con organizaciones dedicadas al tráfico de drogas y armas, pero también se refiere a un convenio entre empresas para eliminar la competencia, como les pasó a unos amigos de infancia.
 
Mi hermano Eduardo aportó una buena anécdota. Cuando el negocio iba creciendo, un par de vecinos me pusieron la competencia, pero como yo era amigo del jefe del laboratorio del hospital y del encargado de proveeduría, me los siguieron comprando a mí. Hoy eso sería tipificado como tráfico de influencias.
 
Otro vendedor de sapos fue el destacado periodista y costumbrista José Luis Valverde, pero a él le fue muy mal. José Luis vivía en Escazú y un amigo de apellido Garrido laboraba en el laboratorio de la clínica Doctor Ricardo Moreno Cañas, de Barrio Cuba; juntos recogían los anfibios por charcas y acequias, pero José Luis hasta hoy supo que los pagaban a tres colones, a él su socio le daba si acaso un fresco de sirope. La verdad alcanza la mentira, dijo José Luis y parafraseó a Magón: “para justicias el tiempo”.
 
Aunque no se refirió al tema central, el talentoso diseñador, editor y gran escritor Marvin Alvarado, también de la zona sur, con quien tuve el honor de trabajar durante varios años en Diario Extra, se refirió a mi relato. 

"Soy un enamorado confeso de la pluma de mi dilecto amigo Rogelio. Adoro y admiro por partes iguales la enorme versatilidad de su coloquial cotilleo, tanto como el sutil sentimentalismo para evocar nostalgias a raudales. Hoy nos regala una frase que estigmatiza por igual a cada pueblito de la zona sur que tuvo que aprender a sobrevivir luego del abrupto destete de Mamita Yunai: ‘donde todo había sido, pero ya no era’. Es imposible mirar lo que ahora somos como región sin pensar lo que seríamos si hubiese sido diferente; sin embargo, como la muerte no da plazos ni el destino perdona, no quedaba de otra más que seguir empujando la carreta. Así que ya fuera entre sapos, de todo tipo, sabores, olores y colores; o bien entre cacadales, frijoleras, vacas y ordeño, había que sacar la marimba de carajillos adelante... Y en eso nuestros tatas se ganaron el cielo sin escalas purgatoriales”, dijo.

El gran Everardo Herrera se declaró absolutamente ignorante de los servicios ginecológicos del bicho de esta historia. “…no sabía eso de los sapos, solo los recuerdo en abundancia en mi época de niño por los terrenos de mi pueblo San Rafael de Alajuela en invierno. Mi papá, como campesino, los elogiaba por su control biológico de insectos. Nunca toqué ninguno y su croac refresca mi memoria de decenas que escuchaba tras las lluvias”. Ya lo ven, Everardo nunca tocó un sapo.
 
En cambio, doña Roxana Kleiman, josefina del Paseo Colón, supo de su embarazo gracias a la Prueba de Galli.
 
Dedico un párrafo a mi apreciada colega Vicky Luna, quien de mi historia como sapero, destacó las “grandes enseñanzas para la vida, tanto en forma como en contenido: El valor del esfuerzo. El gran papel de las y los sapos”.

Sapo
Los batracios resultan repugnantes para muchas personas.

​El periodista Carlos Fernández, sureño de Paso Canoas, cuando tenía nueve años, descubrió cómo aquellos bichos se tragaban las colillas de cigarro y cuanta cosa luminosa vieran, porque las confundían con luciérnagas. 

“Yo fui hijo de pulperos y en nuestro comisariato vendíamos petardos, triquitraques, volcanes, luces de bengala y demás pertrechos. Una noche, compartiendo con vecinos panameños, a mi hermano Miguel y a mí se nos ocurrió lanzarle un triquitraque encendido a un sapo que se lo tragó de inmediato y el resto es de imaginar, tripas por aquí y por allá; aquel cuadro, dantesco y repulsivo, aún se repite en mis sueños y pesadillas”. 

Hoy 58 años después, aunque hubiera ofrecido disculpas, los defensores de los animales lo habrían acribillado y llevado a los tribunales.
 
Entretanto, el analista arbitral de Teletica Canal 7, Ramón Luis Méndez, me tocó el tema de esos saltadores en el tratamiento de una enfermedad de la piel conocida como erisipela y me preguntó si los que yo vendía los usaban para eso y le dije que no; los míos eran especializados, no empíricos; solo una vez me pidieron uno para curar la pierna de la directora de mi escuela, pero yo solo lo suministré, otra persona se encargó de restregarle el sapo a la niña.
 
La erisipela es una infección bacteriana aguda de las capas superiores de la dermis, muy común en nuestros pueblos rurales. En cuanto al uso de los sapos en su tratamiento, en Argentina intentan determinar si en las secreciones de los anfibios, como sapos y ranas, hay antibióticos que sirvan como base para la preparación de medicamentos para atacar los virus, bacterias y hongos, que comúnmente afectan a los seres humanos.
 
Gracias a la misma columna, descubrí que el exitoso empresario Fabio Chaves Guzmán, con quien recorrí todo el país en actividades proselitistas de apoyo a don Rafael Ángel Calderón Fournier, también de niño vendió de aquellos batracios a la Maternidad Carit, hoy Hospital de la Mujer. Nunca tocamos el tema, ni supimos que éramos colegas expertos en sapos, claro, él con título de la Escuela Veterinaria de la Universidad Nacional (UNA); de haberlo sabido, habríamos hablado del tema en esos interminables recorridos por todo el país. “Como veterinario aprendí de la toxicidad de la leche de sapo, que expulsa por las glándulas parótidas, ubicadas en la parte dorsal cerca de la cabeza; su toxicidad es letal en los animales que lamen esta ‘leche” y en pocos minutos se paralizan los músculos y luego deja de funcionar el corazón. Como anécdota, les cuento que, si se pone a secar esa leche y se agrega en una comida, su sabor es neutro, pero la intoxicación en humanos es letal, pues los médicos de humanos no están acostumbrados a tratar esta intoxicación y lo hacen con medicamentos que aceleran los efectos de la bufotenina”.
 
Para terminar con estas elucubraciones saperas, todavía hay quienes piensan que la hembra del sapo es la rana y aunque ambos son anuros, anfibios, el sapo tiene su sapa y la rana tiene su rano, no hay problema de género, ni de inclusión. También hay que recordar que, aunque algunos insisten en denominar al órgano sexual de la mujer como sapo, lo cierto es que el diccionario de costarriqueñismos solo registra sapo como voz despectiva para el polizonte y también para delator, acusón y entrometido. Del sapo ni hablar.

Fotos Tía Zelmira
La hembra del sapo es la sapa y el macho de la rana es el rano.

Te tengo un vieras 

Vieras que mi apreciada amiga Claudia Esquivel ha tenido últimamente días llenos de contrastes, con preocupaciones y satisfacciones. La semana anterior salió soplada para San José con su papá don Adrián Esquivel, con una emergencia médica que lo dejó internado en el hospital Doctor Rafael Ángel Calderón Guardia varios días; ella y otros familiares permanecieron en San José para estar cerca de don Adrián, de 90 años, todo un guayacán, quien es un ganadero de Islita, Nandayure, a quien le dieron la salida el jueves. Claudia normalmente no sale de aquellas tierras guanacastecas dedicada a sus funciones en Punta Islita y esto de estar tantos días en la ciudad, no le hace mucha gracia. Afortunadamente, recibió una invitación para asistir el miércoles 16 a la elección de Miss Universe Costa Rica, realizada en el estudio Marco Picado Cozza, en Televisora de Costa Rica. Claudia, su hija Sandra Chaves y su nieta Laura González, se encaramaron un vestido de lujo y unos zapatos de fiesta y se fueron elegantes y felices a disfrutar de la gala. Claudia iba tan catrineada que si la hubiera visto su esposo José Chaves, la habría sacado a bailar un vals; ella disfrutó mucho pues nunca había tenido la oportunidad de estar en una actividad de esas, además, tuvo la oportunidad de saludar a muchos amigos y de compartir con su hija y su nieta de una noche realmente especial, como de un cuento de hadas, pero sin príncipes, solo princesos. Enviamos por este medio un saludo a doña Claudia, a sus hermanas, a sus hijos y a toda su querida familia en San Ramón y en Islita. A don Adrián le deseamos una pronta y total recuperación, porque urge su presencia en la finca para que atienda el ganado y los terneros que han nacido durante su ausencia.

Fotos Tía Zelmira
Laura González, Claudia Esquivel y Sandra Chaves.

​Vieras que el abogado y experto en asuntos de seguridad Juan José Andrade está realmente satisfecho con el quinto aniversario del programa que produce y presenta llamado “Te presento el presente”, que se transmite los sábados por Teletica Radio. Como él mismo lo dijo, se trata de 250 programas que han sido realidad gracias al apoyo de los oyentes y al aporte de muchos amigos y grandes profesionales que lo han apoyado en este caminar y que forman parte de esta construcción y de esta travesía. 

“A la familia de Teletica Radio, quienes sábado a sábado desde la cabina de transmisión hacen posible que salgamos al aire, a los expertos invitados de cada sábado, al equipo que me acompaña en la preparación de este espacio para llevarles a ustedes lo mejor todas las semanas, a los patrocinadores que confían en nuestro trabajo, a ustedes que me premian con su sintonía y son parte de esta hermosa cruzada. Nuestro compromiso es cada día mayor, por la excelencia y la responsabilidad de seguir buscando, informando y compartiendo un mundo lleno de futuro, de un futuro que ya está aquí, pero que cambia cada segundo y nos obliga a pensar más rápido y a reaccionar de forma constante y vertiginosa”, dijo Andrade.

Fotos Tía Zelmira
Juan José Andrade es un destacado experto en temas de seguridad.

Vieras que el pasado lunes llegó al país Maribel Guardia, quien vino un par de días con el propósito de compartir con Vilma Chacón, el Día de las Madres. Simpática y amable, la diva saludó a todos los que se le acercaron a su llegada al aeropuerto, entre ellos el licenciado en Fisioterapia y cuidados post operatorios estéticos Jorge Tenorio Madrigal. Bienvenida Maribel: un abrazo para usted y otro para Vilma, quien siempre la vio como si fuera su propia hija.

Fotos Tía Zelmira
Jorge Tenorio y Maribel Guardia.

 ​Lucero y Mijares conquistaron San José
 
Texto escrito por colaborador Juan José Chaves
 
La presentación del icónico dúo Lucero y Mijares deslumbró a cientos de incondicionales en el Estadio Nacional, ofreciendo una noche llena de emociones y nostalgia con muchos de sus éxitos. Este domingo 13 de agosto, pasaditas las 7 p.m., salieron al escenario Lucero y Mijares. Las estrellas mexicanas abrieron con “Ya No”, vistiendo igual y llamativamente —eso sí, Mijares con accesorios más exóticos que Lucero— hicieron conexión inmediata con el público que terminó más que satisfecho con la exhibición no solo de belleza en cada movimiento de Lucero, quien deslumbró con su belleza, tanto que no hay adjetivos suficientes para describir su encanto, sumado al talento que aún mantiene este gran dueto. Esta pareja quienes dijeron el “Sí” el 18 de enero de 1997 y lo terminaron en 2011, siguen demostrando amor y química en el escenario, sus apariciones logran que el público reviva esos momentos de amor que se guardan en la memoria. Aunque la hermosa “Novia de América” ha expresado, en varias ocasiones, que tienen una linda relación de amistad y hasta son vecinos de condominio por el bienestar de sus hijos, la pregunta que sus seguidores, la prensa y todo el público se hace es: ¿Será que estos dos no barrieron bien las cenizas y aún hay algo por ahí? —Mmmm, no lo sé Rick—, diría mi querida Valentina. El concierto tuvo varios momentos destacados y sorpresas, más que todo por parte de Lucerito, quién interpretó canciones junto a mariachis costarricenses y uno que otro popurrí, como el de Los Ángeles Azules, en ese específicamente nos quedamos esperando ver la cara de Lucero en el coro particular que hace el público costarricense en la canción “Como Te Voy a Olvidar”, pero, el “Sucia, Perr…” fue gran ausente; Que va… muy finolis el público. El concierto terminó de gran manera, con todo el público bailando, aplaudiendo y en una gran gozadera, con las mamás, los señores, los enamorados más que felices y con una salida del recinto bastante ordenada y educada. Con este espectáculo, Lucero y Mijares no solo demostraron su talento innegable, sino también la capacidad de unir generaciones bajo el hechizo de su música y mantener intacta esa unión. Al fin, hasta que se nos hizo, tuvimos el privilegio de amar cada segundo del gran espectáculo que Lucero y Mijares entregaron.

Fotos Tía Zelmira
Mijares y Lucero cantaron y encantaron. Fue una noche para no olvidar.

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