Por AFP Agencia |18 de mayo de 2017, 2:22 AM

Roger Federer, Serena Williams y Maria Sharapova no estarán en la tierra batida de Roland Garros, pero el segundo Grand Slam del año (28 mayo-11 junio) confía especialmente en el que se presenta como su principal atractivo: Rafael Nadal y su reto de buscar un décimo título en París.

Después del anuncio del embarazo de Serena Williams el 20 de abril, el único torneo del Grand Slam sobre arcilla perdió a otros dos grandes nombres a principios de esta semana.

Federer oficializó el lune su baja pensando en Wimbledon (3-16 julio) y Sharapova, que no tiene el ránking necesario para jugar el torneo tras su suspensión de quince meses por dopaje, supo que la organización había decidido no brindarle una invitación.

¿Hay motivos para temer un Roland Garros descafeinado? "La ausencia de estas tres estrellas, una de ellas por decisión de los organizadores, no hace más débil el torneo porque Roland Garros sigue siendo una institución y lo máximo para un tenista, igual que los otros tres torneos del Grand Slam (Australia, Wimbledon, US Open)", estima el historiador del tenis Jean-Christophe Piffaut.

"Estos torneos son muy independientes de la ATP y de la WTA, están anclados en la historia del tenis", subraya.

Para el sociólogo deportivo Bertrand Pulman, "el evento es muy potente" y puede "superar" las ausencias.

"La baja de Federer, especialmente, aunque es una pena, puede generar expectativas y abrir el cuadro", afirma este autor de un ensayo sobre Roland Garros.

Paso a los jóvenes

"Uno quiere ver a los mejores, pero en cualquier caso habrá un campeón y una campeona", afirma el extenista suizo Marc Rosset, comentarista ahora para la Radio Televisión de su país (RTS).

En opinión de Arnaud Boetsch, campeón con Francia en la Copa Davis en 1991 y 1996, "se reúnen todos los ingredientes para que sea un torneo +top+". Con la resurrección de Nadal, el torneo puede ver cómo el español hace historia con un décimo título.

Según Rosset, hay otros interrogantes que los buenos aficionados esperan ver resueltos en la capital francesa: "¿Reaccionarán Novak Djokovic y Andy Murray? ¿Stan (Wawrinka) puede ser campeón allí por una segunda vez? ¿Los jóvenes emergentes como (Alexander) Zverev o Dominic (Thiem) van a brillar?".

Boetsch cree que "es necesario que la nueva generación gane grandes torneos para que la gente comience a acostumbrarse a ellos". Si eso ocurre en este Roland Garros, puede quedar claro que la "transición" está preparada.

Nadal-Pouille, ¿la final ideal?

"Puede haber una gran sorpresa, aunque Nadal sea el favorito", considera Boetsch, exnúmero 1 del tenis francés y que llegó al número 12 mundial en 1996.

Para el público local, que un francés llegara lejos supondría un gran aliciente.

"La final ideal sería Nadal contra Lucas Pouille (actual 16º del ránking), el mejor jugador sobre tierra batida enfrentado a una promesa, que es además de Francia", estima Pulman.

En el torneo femenino, la baja de dos grandes estrellas como Serena y Sharapova es "más dañina", dice Rosset. "Pero de golpe, la puerta se abre para muchas jugadores y eso lo hace interesante", puntualiza.

Las especulaciones terminarán pronto, ya que el domingo de la próxima semana comenzará la esperada batalla en París.