Guatemala busca frenar deforestación en reserva maya con tecnología satelital
Un novedoso software y equipo tecnológico permitirán detectar desde el espacio de forma temprana incendios y áreas que están siendo deforestadas.
Amenazada por la deforestación y el tráfico ilegal de especies, la exuberante Reserva de la Biosfera Maya en Guatemala será vigilada con una tecnología satelital pionera en Latinoamérica para contener la destrucción de miles de hectáreas de bosque cada año.
Un novedoso software y equipo tecnológico permitirán detectar desde el espacio de forma temprana incendios y áreas que están siendo deforestadas o taladas ilegalmente, para que las autoridades puedan coordinar acciones para contrarrestarlas.
El sistema está siendo desarrollado por la Agencia Espacial Británica (UKSA), que invertirá unos 6,7 millones de dólares para su implementación, dijo a la AFP la embajadora británica en Guatemala, Carolyn Davidson.
Considerada el segundo pulmón del continente después de la Amazonía, la Reserva de la Biosfera Maya se ubica en el norteño departamento de Petén y se extiende al sur de México y Belice.
Ocupa 19% del territorio guatemalteco, donde se encuentra a su vez 7% de la biodiversidad del mundo.
El proyecto usará la teledetección y el Sistema Global de Navegación Satelital (GNSS) y la monitorización se podrá hacer a través de teléfonos inteligentes u otros dispositivos portátiles.
El programa busca construir un sistema haciendo uso de la información de la tecnología espacial para ayudar a las autoridades en la toma de decisiones de la administración forestal y en la lucha contra la explotación ilegal de árboles, agregó Davidson.
En el proyecto participan representantes del Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap), el Instituto Nacional de Bosques, la Policía Medio Ambiental, el Ministerio de Agricultura y otros socios locales e internacionales que trabajan con la Agencia Espacial.
De acuerdo con la asesora del ministerio Miriam Monterroso, a mediados de este año podría comenzar a funcionar por un lapso de tres años.
Adicionalmente a este esfuerzo, la Agencia de Exploración Aeroespacial Japonesa (JAXA) espera terminar a finales de este año y luego lanzar el primer satélite guatemalteco con fines ambientales, el cual fue diseñado por la privada Universidad del Valle de Guatemala.
- Biodiversidad en peligro -
En las últimas décadas se ha perdido el 35% del total de la Biosfera Maya y cada año son destruidas entre 9.000 y 10.000 hectáreas en esa reserva, lamentó el subsecretario del Conap, Minor García.
La megadiversidad en esa selva corre un riesgo latente debido a la deforestación, los incendios forestales, la invasión agrícola y la ingobernabilidad por la penetración del crimen organizado, explicó el funcionario.
Por ende, tener "ojos" en el espacio será fundamental para detectar de forma temprana la deforestación y tomar acciones inmediatas, agregó.
Narcotraficantes han arrasado cientos de miles de hectáreas de bosque para convertirlas en potreros de ganado que usan para lavar dinero. Además depredan áreas de la reserva cerca de la frontera con México para construir pistas de aterrizaje clandestinas, según las autoridades guatemaltecas.
Datos oficiales indican que solo unas 300 guacamayas rojas sobreviven en la reserva, mientras el puma también está amenazado y podría quedar extinto en esta selva.
Para complicar la situación, por falta de fondos la reserva cuenta con un solo guardabosques por cada 7.000 hectáreas, cuando lo ideal es uno por cada 280 hectáreas.
Además, la reserva alberga 180 sitios arqueológicos de la cultura maya, que alcanzó su máximo esplendor entre los años 250 y 900 de nuestra era. No obstante los expertos estiman que entre el espesor de la selva pueden estar ocultos unos 3.500 sitios.
- Hospital de animales -
Paralelamente al proyecto de vigilancia espacial, el gobierno británico donará 100.000 dólares a la Asociación Rescate y Conservación de Vida Silvestre (Arcas) para la construcción de un Centro de Educación Ambiental, cuyo objetivo es sensibilizar a la población para que eviten tener animales salvajes como mascotas.
En las instalaciones de Arcas, de unas 47 hectáreas de bosque que se recorren por senderos escabrosos, funciona un hospital para recuperar especies decomisadas o donadas que luego son liberadas en su hábitat natural.
Entre los animales refugiados destacan guacamayas rojas, loros, venados, dos jaguares, un puma, monos araña y aulladores, un ocelote, búhos y otra gran cantidad de aves.
Para el director de Arcas, Fernando Martínez, el tráfico ilícito de animales "es una catástrofe" que pone en peligro la biodiversidad en la Reserva.