Una madre enferma y un padre amputado pelean por salir adelante y darle un hogar digno a sus hijos
La familia sobrevive entre limitaciones económicas y la fuerza del amor que los une. Repase la historia completa de 'Sueño de Navidad' en esta nota.
La vida de Angie Loaiza, de 34 años, dio un giro abrupto tras complicarse su último embarazo. El dolor persistente y una larga serie de exámenes revelaron un cáncer que marcó un antes y un después para su familia.
Su esposo, Alberto Arias, también enfrenta un desafío reciente: la amputación de un dedo del pie, una lesión que hoy le impide trabajar con normalidad. Ambos se dedicaban a la venta de verduras, un oficio que ahora resulta insuficiente para sostener a sus seis hijos. Con esfuerzo —y “a brincos y saltos”, como describe Alberto— logran reunir los ₡60.000 del alquiler y cubrir parte de la comida diaria.
A pesar de los golpes, Angie mantiene firme su compromiso con la educación de sus hijos (repase la historia completa en el video que aparece en la portada).
Sabe que es la vía más sólida para que puedan cumplir sus sueños y romper el ciclo de pobreza que hoy los rodea. La familia enfrenta la enfermedad, la incertidumbre económica y las limitaciones físicas con una mezcla de amor, resiliencia y solidaridad.
Los niños, aunque conscientes de las dificultades, encuentran alivio en los momentos de juego y en el deporte, espacios que les permiten respirar frente a una realidad dura.
El anhelo que los une es claro: tener una casa propia. Un hogar seguro que ofrezca estabilidad y protección. Con su ayuda, Sueño de Navidad puede ayudarles a concretar este anhelo.
Repase cómo donar a esta causa a continuación:



