7 de enero de 2015, 16:38 PM

Largas extensiones de terreno y poco personal para vigilancia convierten la zona sur del Parque Nacional Chirripó en uno de los territorios predilectos para el cultivo de marihuana.

Las 50.150 hectáreas del Chirripó sumado a escaso personal de guardaparques, dejan  el portillo abierto para que grupos asociados al crimen organizado utilicen las tierras del sector sur para el cultivo de marihuana.

Esta actividad cada vez más común en esta recóndita y agreste zona del país, tiene consecuencias nefastas para la ecología, los incendios forestales.

Los sembradores de droga realizan incendios para limpiar el terreno que luego utilizarán para plantar los cultivos de marihuana, cuya cepa cada vez es de mayor calidad, de acuerdo con investigaciones policiales.

El personal del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) ya tiene identificados los lugares en donde se da la actividad más intensa de la siembra de droga. Por eso solicitaron la ayuda del Ministerio de Seguridad y de la Fiscalía para combatir este flagelo.

Esto porque los guardaparques pueden ser blancos fáciles para estos grupos organizados ya que cuentan con armamento para resguardar sus cultivos.

Además se han recibido informaciones confidenciales sobre el posible establecimiento de laboratorios en la montaña para procesar la droga.