Por Luis Jiménez |6 de agosto de 2022, 10:00 AM

La violencia que prevalece entre estudiantes, en diferentes centros educativos del país, es producto del encierro que provocó la pandemia, lo que les generó inseguridad y temor, según expertos.

Según Sonia Monge, subjefa de la Sección Penal Juvenil del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), y Anais Bolaños, de la Sección de Apoyo Psicosocial Operaciones, el volver repentinamente a clases y la falta de reglas por parte de los padres de familia producen un aumento significativo de la violencia entre los adolescentes.

“Los estudiantes estuvieron dos años fuera de los centros educativos y el volver tan repentinamente les trajo algún tema de inseguridad y temor. Hay un aumento de violencia entre varones, mujeres, así como mixto. Todo termina en lesiones, agresiones y amenazas de muerte, que son contravenciones y hay personas que han estado hasta cinco días incapacitadas por los golpes”, dijo Monge.

Ella explica que las escuelas y colegios tienen muchos protocolos para todas las situaciones; pero, de alguna manera, "el educador ha perdido la fuerza y autoridad".

“La Sección Penal Juvenil ve muy preocupante lo que se ve entre el estudiantado. Es muy grave la intolerancia en los estudiantes, porque tal vez una compañera tiene un teléfono más bonito que el otro, entre otras cosas, genera conflictos”, agregó Monge.

Las especialistas consideran que las tendencias de abandono por parte de familiares hacen que el uso de fuerza y la agresión se vea como algo común en los menores, lo que se refleja en la dinámica que tienen durante las relaciones interpersonales.

“A nivel general, la violencia es ejercida por un comportamiento deliberado del uso de la fuerza y poder. Los muchachos, al estar en un estado de hermetismo o encierro, se desataron situaciones complejas, donde apareció el 'bullying', 'ciberbullyng', la falta de reglas, el acompañamiento y supervisión; son señales que arrojan diferentes comportamientos que no son aptos”, comentó Anais Bolaños.

Bolaños cree, además, que los agresores, en la mayoría de los casos, también son agredidos de alguna manera.

“Los valores se inculcan desde la casa, desde que se está a corta edad, como el respeto y disciplina. Esto tiene que ver, muchas veces, en la falta de límites porque a la vez provoca que no puedan manejar bien el conflicto. La comunicación y empatía son fundamentales de inculcar a los menores desde niños”, concluyó Bolaños.

En la actualidad, en los centros educativos hay un aumento de hurtos, amenazas graves, agresiones, tentativas de homicidios y hasta consumo de drogas.

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