Por Álvaro Sánchez |23 de julio de 2019, 12:43 PM

Una testigo en el caso del homicidio de una turista venezolana aseguró a la policía que escuchó al único sospechoso confesar el crimen. Así lo establece la acusación que indigna a los familiares de la víctima.

Karla Stefaniak fue asesinada entre el 27 y 28 de noviembre del 2018 en una propiedad en San Antonio de Escazú.

La acusación señala lo siguiente con respecto al accionar del único sospechoso, Bismark Espinoza Martínez:

"Espinoza aprovechando el dominio del sitio, decidió abordar a Karla Stefaniak, para lo cual se desplazó hasta la villa que ella ocupaba, ubicada a 20 metros de la caseta de seguridad y sobre el aposento en el cual residía el imputado.

Sin poder determinar cómo en virtud de que no existían forzaduras en las puertas y ventanas, el acusado ingresó y una vez la atacó con un arma blanca provocándole siete heridas a nivel de cuello y rostro.

Acto seguido, el encartado aprovechando de las condiciones geográficas y estructurales del sitio, con el fin de desaparecer el cuerpo lo trasladó aproximadamente a 100 metros de la villa y lo ocultó entre la maleza".

A pesar de esto la Fiscalía de Pavas calificó el delito en la acusación como un homicidio simple que castiga con una pena de 12 a 18 años de prisión, según el Código Penal. Esta situación molesta e indigna a la familia de la víctima. El padre habló con Telenoticias este martes desde Venezuela.

Según la acusación que presentó la Fiscalía y de la cual tiene copia Telenoticias, una testigo indicó que tendría conocimiento de la confesión que hizo el acusado del crimen.

"Entre los testigos relevantes, se encuentra la señora quien además de trabajar en las villas, es amiga de la madre del encartado, quien sin duda alguna puede confirmar la conversación telefónica que existió entre la madre y la esposa del aquí encartado, en la que la esposa de Bismark le comentó a la suegra la confesión de haber sido él quien asesinó a la ofendida".

Asimismo, en la acusación se ofrece el testimonio de un turista mexicano que sería quien alquiló la habitación donde fue asesinada la joven, apenas unas horas después del crimen.

La policía pudo comprobar que la habitación fue limpiada con vinagre, cloro y otras sustancias con el fin de eliminar manchas de sangre.

Esto es algo que también es criticado por el padre de la víctima quien sostiene que es imposible que solo una persona participara del crimen.

Según la acusación del Ministerio Público, el único acusado realizaba diversas labores en dichas villas pues se dedicaba al aseo, controlaba el ingreso y la salida de turistas y el mantenimiento del edificio y de zonas verdes.

Este sujeto cumple tres meses de prisión preventiva.