Por Luis Jiménez |12 de febrero de 2024, 9:38 AM

Un hombre de apellido Pessoa Calvo, dueño de una empresa de rafting, y dos hermanos de apellidos Contreras Martínez, guías turísticos de la misma actividad, enfrentarán un nuevo juicio por la muerte de los cuatro estadounidenses que murieron en el río Naranjo, en Quepos.

El Tribunal de Apelación consideró que la sentencia absolutoria de los encartados en el caso de rafting, donde fallecieron los turistas y un guía nacional, tenía vicios de forma que la hacían contradictoria, por lo que se ordenó anularla para un nuevo juicio.

Fue el 31 de agosto de 2021 cuando el Tribunal Penal de Quepos absolvió a los guías; sin embargo, el 14 de junio de 2022, el Tribunal de Apelación de Sentencia de Alajuela anuló dicho fallo.

“Desgraciadamente, y a pesar de que en el fallo oral que todo Costa Rica conoció por los medios de comunicación, donde se absolvió de toda pena y responsabilidad a los defendidos, el Tribunal de Juicio no plasmó ese resultado de la misma manera en su redacción de la sentencia integral, lo que abrió la posibilidad de apelar la misma.

“Eso es lo que resuelve el Tribunal de Apelación para que se anule en su totalidad esa sentencia y se realice un nuevo juicio; al indicar que existe falta de congruencia y de análisis probatorio que conllevaron al resultado indicado”, explicó Daniel Soley, abogado de uno de los acusados, de apellido Towsend.

Townsend fue quien alquiló una casa de playa a los extranjeros que vinieron al país para celebrar una despedida de soltero, y quien, además, realizó una llamada para el tour de rafting.

El Tribunal Penal de Quepos absolvió por duda a los hermanos Jaison y Christopher Contreras Martínez y a Danley Pessoa; y por unanimidad a Jeffrey Townsend. Todos quedaron en libertad tras imputárseles tres delitos de peligro de naufragio y, según explicó el tribunal en aquella ocasión, no existió un dolo por estos delitos.

Sin embargo, tras quedar anulada la primera sentencia por un error de redacción, los imputados deben enfrentar un nuevo debate, que inicia este 12 de febrero y finalizará el 22 de marzo en los Tribunales de Puntarenas: ahí se determinará si hubo o no negligencia en el tour de rafting que contrataron las víctimas.

“En el caso de Jeffrey Townsend, quedó claro que él nunca acompañó a los 14 turistas, además todo lo que hizo fue contactar a la empresa Quepos Expeditions y no era parte de una organización criminal, como era la tesis expuesta por la querellante”, comentó Soley.

Al parecer, una cabeza de agua alcanzó a los ocupantes de las balsas de rafting mientras descendían por los rápidos del río, como parte de la excursión de aventura y festejo por el que habían llegado los extranjeros al país.

“Está claro que hubo una tragedia, pero esta se dio por razones naturales, no humanas, como se quiso hacer ver, afectando al sector turismo, industria tan productiva y estandarte de nuestro país”, agregó Soley.

Los hechos ocurrieron el 20 de octubre de 2018. Las víctimas fueron los estadounidenses Jorge Tomás Caso Rodríguez, de 22 años; Ernesto Sierra Estrada, de 25; Andrés Denis, de 30; y Sergio Luis Lorenzo, de 32 años, además del guía costarricense Kevin Thompson.

La Fiscalía sostiene que los imputados cometieron los presuntos delitos de peligro de naufragio con resultado de muerte y omisión de auxilio.

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