Por Christian Montero |22 de marzo de 2022, 19:46 PM

Sergio Alejandro Galluccio, de 57 años, era un argentino muy conocido en el cantón de Garabito. Era músico, empresario y productor televisivo.

Pocas horas antes de ser asesinado, el argentino tocó en un bar de Jacó, sin saber que ese sería su último concierto.

Galluccio dormía en una de las habitaciones de su casa, en Playa Hermosa de Garabito, cuando fue atacado a balazos entre las 12:30 y 1 de la madrugada de este martes.

Según el OIJ de Garabito, el argentino de 57 años. Recibió un disparo en la cabeza y dos en el pecho, que le provocaron la muerte en el sitio.

La Policía Judicial descarta el robo como móvil del crimen, ya que ni de la vivienda ni al ofendido robaron pertenencias.

Un hijo del fallecido era único quien lo acompañaba y fue quien avisó a la Fuerza Pública.

Según trascendió, el joven habría declarado que al principio creyó que los disparos eran bombetas.

En las casas más cercanas a donde vivió el fallecido nadie escuchó disparos, de hecho, fue hasta al amanecer que algunos se entraron.

“Para mí fue una excelente persona, muy conocido acá en la comunidad de Playa Hermosa, varias veces le hice mudanzas, él tenía un comercio, lo vendió y hace año y resto alquilaba una casita acá”, relató Rafael Alberto Céspedes, vecino.

Alejandro era muy conocido en la comunidad, llegó a vivir a playa hermosa hace unos 25 años y en la vivienda en donde ocurrieron los hechos, en calle hermosa, residía desde hace poco más de un año.

El argentino era apasionado de la música, uno de sus amigos en redes sociales publicó dos vídeos en los que contó que fueron su última presentación la noche del lunes en Jacó.

“Muy triste la noticia, Alejandro era una persona luchadora, trabajadora, lo conozco desde hace 25 o 30 años, alegre, feliz, muy querido en la comunidad, tenía un velero donde pasaba todos los atardeceres con sus amigos, todos estamos impactados”, contó Roger Chun, comerciante de Playa Herradura.

Otra actividad por la que reconocían a Alejandro era por su embarcación Blangala, un velero que ofrecía en alquiler para paseos cerca de la costa de Herradura.

“Siempre saludaba muy amable, él siempre pasaba solo en su casa, su rutina era su música, tocar una especie de flauta, esa era su vida, nunca tuvo problemas con nadie, era apartado y muy humilde”, mencionó David Martínez, vecino de la zona.

Agentes del OIJ reinspeccionaron el sitio del crimen, entrevistaron a varios vecinos y buscaron cámaras de seguridad cercanas que permitan identificar al o a los responsables del acabar con la vida del músico y empresario.

Un grupo de amigos de Alejandro realizan la nota de este martes un homenaje en la playa al fallecido.