Por Luis Jiménez |24 de abril de 2022, 8:00 AM

El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) considera el caso de Franciny “como muy extraño” porque no había motivos para que desapareciera sin dejar rastro, ni testigos.

La joven no aparece desde el 30 el marzo, cuando salió de la casa de su madre, en Barranca, en horas de la noche.

Desde entonces, su búsqueda ha sido incesante, pero infructuosa.

Victimología

Cuando una persona no aparece, lo primero que hacen las autoridades es realizar la victimología de todo su entorno y la de ella es muy común.

“Con la victimología, no es que nos interesa su vida privada, es el por qué una mujer que, comúnmente siempre está en su casa desaparece sin tener motivos. En este caso ella no andaba huyendo de alguien, no tiene antecedentes, no es adicta y no hay contra ella amenazas de muerte. Hay casos donde la gente quiere desaparecer porque está problemas, pero con esta muchacha no hay tales hechos”, dijo Dixon Carvajal, jefe de investigación del OIJ de Puntarenas.

En el barrio donde desapareció, en Juanito Mora de Barranca, Puntarenas, la Policía Judicial la ha buscado con perros especializados, drones, oficiales de la Fuerza Pública y hasta con una antropóloga experta en encontrar rastros biológicos.

“En una zona cerca del Río Barranca encontramos prendas que aparentemente eran de ella, pero la antropóloga, junto con los perros, realizó la prueba Kastle-Meyer ( examen forense preliminar para la detección de sangre) y no había rastro. También se inspeccionó unos cartones donde la familia decía que seguro ahí había sangre porque tenía unas manchas y, que de seguro ahí la habían ejecutado, pero también dieron negativo”, comentó Carvajal.

El OIJ ha verificado toda la información, alguna parece ser sin sentido, pero aun así examinan todo porque podría haber algún dato válida o eficaz y nada se puede ignorar.

A la fecha no hay certeza de dónde está; si está viva o muerta. Los indicios son pocos y no hay testigos que brinden alguna línea a seguir.

“Estamos manejando esto como un homicidio porque tenemos que esperar lo peor, no tenemos una hipótesis todavía ya que objetivamente sería totalmente irresponsable tenerla porque no existen bases sólidas, ni científicas para decir que la hay. Le hemos dado vuelta al río por todo lado, se ha buscado en Esparza donde nos han dicho que la vieron y hasta en Curridabat, San José, porque se recibió una llamada donde se informaba que por ahí estaba”, indicó Carvajal.

Con respecto al hombre con quien dice la familia que la vieron por última vez y que, según ellos, es el principal sospechoso, asegura que “no podemos presentarle a alguien al Ministerio Público solo porque todo el mundo dice que él fue y no hay pruebas”.

Aseguran que como Policía Judicial están poniendo todo su empeño y para resolver este caso están muy comprometidos con las personas, la familia y en la mayor disposición para dar con su paradero.

“La investigación ha sido de fondo, amplia, científica, documental y testimonial. De todo hemos hecho y el enfoque que le damos es y ha sido muy importante porque hay un compromiso con el caso porque esa es la visión de todos los que integramos la Sección de Investigación de Puntarenas”, agrega Carvajal.

Las desapariciones en esta provincia no son comunes y actualmente es la única persona como tal. Otras veces han recibido reportes de persona no ubicadas, pero días después o en máximo dos semanas aparecen, ya sea porque regresan a la casa o se comunican con familiares.

Franciny Duarte, quien es madre de tres niñas, salió a eso de las 7:30 p.m. del 30 de marzo de la casa de su mamá y todavía no se sabe dónde podría estar.

Sus Familiares reciben todos los días diferentes versiones como que: un hombre se la llevó y la mató, también que la enterraron en un pedregal, la tiraron al río después de golpearla y hasta que se la pudo comer un cocodrilo que habita en el río.   

Muchos la han buscado durante el día, noche y madrugada, pero no han tenido un resultado positivo.

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