Por Luis Jiménez |14 de enero de 2025, 17:25 PM

Este miércoles 15 de enero inicia, en el Tribunal Penal de Limón, el juicio contra dos hombres, apellidados Venegas y Vanegas, acusados del homicidio de Nahomy Ramírez Jiménez, de 22 años, y Kristel Patricia Aguilar Ortiz, de 21.

Las jóvenes desaparecieron el 17 de febrero de 2023 tras asistir, presuntamente, a una fiesta en el centro de Limón. 

A casi dos años de los hechos, los cuerpos de las víctimas aún no han sido localizados. Sin embargo, la hipótesis del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) es que fueron asesinadas.   

Nahomy y Kristel dejaron a dos pequeñas hijas, quienes siguen preguntando por sus madres, según relatan familiares.

“No sabemos qué va a pasar mañana”. Graciela Jiménez, madre de Nahomy, compartió con voz entrecortada su angustia y asegura que no sabe qué va a pasar en el debate, porque el cuerpo de su hija y de la amiga nunca aparecieron.

“He estado con mucha ansiedad, muchos nervios; estos días he estado muy mal. La verdad, no sé qué va a pasar mañana en el juicio ni cómo voy a reaccionar. No puedo explicar el sentimiento que tengo. No tenemos absolutamente nada, ni siquiera sabemos si les quitaron la vida, dónde están... No podemos ni llorarlas, porque no tenemos dónde llorarlas, ni tan siquiera una tumba”, expresó Jiménez.

La madre también denunció sentirse desamparada por las autoridades: “A la mamá de Kristel y a mí no nos han atendido. Hemos ido muchas veces a la Fiscalía, pero no sabemos qué va a pasar. Lo único que puedo hacer es dejar esto en manos de Dios”, añadió.

Según la Policía Judicial (OIJ), los acusados trasladaron a las jóvenes hasta el sector de Palmeras, donde supuestamente les dieron muerte con armas de fuego. Para ocultar las pruebas, los cuerpos habrían sido llevados a un lugar desconocido.

Además de los imputados, otros dos hondureños fueron investigados como parte de la organización señalada de cometer el crimen. Uno de ellos murió dos días después de los hechos, y el otro, identificado como Víctor Alfonso Rosales, permanece prófugo.

Los familiares esperan que el juicio arroje respuestas, pero Graciela advierte que su dolor persiste: “No puedo cerrar esta herida porque no hubo despedida. Todos los días vivo con este sufrimiento”.

“Esta semana ha sido muy dura porque me volvieron a abrir una herida que siempre ha estado abierta, pero ahora es como que la golpean más. Que Dios tome el control de este juicio, él sabe quiénes son los involucrados y yo sé que ahí, en el juicio, solo van a haber dos acusados, pero sé que son cinco los involucrados y si no existe la justicia del hombre, existe la divina, y le pido todos los días a mi Padre Celestial de que la justicia sea de Él”, agregó Jiménez.

El debate se extenderá hasta el próximo 21 de enero.

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