13 de diciembre de 2013, 8:33 AM

Luego de percatarse de que en los vestidores de una tienda había una cámara de video, Amanda Pérez le indicó al gerente del local ubicado en Tibás, lo que ocurría pero recibió una respuesta completamente diferente a la que esperaba.

El gerente del comercio pidió que borrara las fotos y videos, que ella había tomado como evidencia, y no lo hizo caso a su denuncia.

Amanda, corroboró la situación con el apoyo de un acta de la fuerza pública que se hizo presente luego de su llamado al 9-1-1, pero no querían dejar ingresar a la policía local.

La mujer se probaba ropa interior cuando la cámara la grababa. Los hechos ocurrieron el pasado 11 de diciembre.

Tras un asesoramiento legal, la mujer decidió apersonarse al segundo circuito judicial y poner la denuncia por lo ocurrido.

Según la mujer, en la tienda a pesar de que confirmara que tenían en su poder el video no se lo entregarían.

Ahora espera que lo hagan y den una respuesta por lo ocurrido y la supuesta violación a su intimidad.