Por Luis Jiménez |28 de abril de 2025, 16:10 PM

Privados de libertad de La Reforma, en Alajuela, se sumaron este lunes a la huelga de hambre que se desarrolla en otros seis centros penitenciarios del país, en protesta por las nuevas restricciones impuestas por el Ministerio de Justicia y Paz.

Édgar, un privado de libertad cuya identidad real se mantiene en reserva por seguridad, relató a Teletica.com la difícil situación que viven dentro del centro penal.

“Aquí está todo mundo agobiado y preocupado por todo lo que está pasando. Yo estoy en mediana cerrada, pero ahora aquí está todo lo de máxima seguridad.

"La población como tal está en contra con todo esto que nos está pasando y hasta la Policía Penitenciaria está preocupada; ellos no apoyan, pero tampoco dicen nada porque se pueden ver sancionados o despedidos”, dijo.

Uno de los principales reclamos de los privados de libertad es la falta de aviso sobre los traslados a máxima seguridad.

“A nosotros no nos avisaron que nos iban a trasladar a máxima seguridad, nada más llegaron a decirnos: ‘Recojan sus cosas y vámonos’. Si preguntamos mucho, vamos garroteados y jale.

"Yo estuve 19 años aquí en mediana cerrada, pero me pasaron a la cárcel de Terrazas cuando la abrieron, ahí estuve tres años, pero la semana pasada me pasaron de nuevo aquí a mediana cerrada por estos tipos de cambios que están haciendo y no se nos avisó nada”, comentó.

Respecto a la eliminación de visitas y encomiendas, el privado de libertad considera que no es una medida efectiva.

“Ellos (Justicia) eliminan las visitas y las conyugales para que no ingrese droga ni teléfonos, pero yo creo que cuando estuvimos con el COVID-19 estuvimos dos años sin visitas, ni conyugal, y siempre ingresaba droga y teléfonos celulares.

“Aquí la comida es pésima, el arroz generalmente siempre viene crudo y nos dan eso con frijoles nada más. En la mañana nos dan café con dos bonetes, al mediodía arroz y frijoles, y a veces con un huevo duro, y para la noche en vez del huevo nos dan salchichón”, mencionó Édgar.

De acuerdo con el privado de libertad, el hacinamiento también es un problema porque en cada pabellón hay 80 personas, todo está totalmente lleno.

La huelga de hambre también fue confirmada por la Asociación Ayudando al Privado de Libertad y sus Familias, y por el abogado Rafael Rodríguez, quien representa a un grupo de privados de libertad.

Mientras tanto, el viceministro de Justicia y Paz, Juan Carlos Arias, aseguró que “la Policía Penitenciaria mantiene el control dentro de las cárceles y coordinadamente con otros cuerpos policiales, ese control se extiende a los sectores externos de las diferentes cárceles del país”.

“Queremos decir que es falso que haya quemas o confrontación con personas privadas de libertad”, agregó Arias.

Durante la tarde de este lunes, Nils Ching Vargas, director de la Policía Penitenciaria, confirmó que 1.000 privados de libertad decidieron no tomar los alimentos.

"Muchos no pertenecen al circuito de alta contención, pero se unieron porque otros privados de libertad de alta contención los amenazaron y obligaron", mencionó Ching.

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