Por Luis Jiménez |26 de octubre de 2021, 10:59 AM

Wálter Espinoza, director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), aseguró que la masacre en Brunka de Buenos Aires, Puntarenas, no tiene ligamen con el narcotráfico o el crimen organizado.

En este momento, la Policía Judicial se concentra en el desarrollo de las pesquisas para esclarecer los hechos que dejaron seis víctimas.

“Los hechos ocurrieron en un lugar solitario donde no hay vecinos y las posibilidades de testigos directos del hecho son prácticamente nulas. También hemos logrado detectar ni la más leve cercanía con hechos como el narcotráfico, delincuencia organizada o actividades delictivas”, dijo Espinoza.

Declaraciones de Wálter Espinoza: 


Para descartar posibles vínculos de las seis víctimas con el crimen organizado, se realizaron las victimologías, lo que permitió conocer de manera más detallada y profunda las circunstancias personales de cada uno: sus costumbres, su vida, amistades y condiciones particulares.

Un proceso similar se realiza para tratar de obtener los perfiles de los responsables del homicidio múltiple.

“Tenemos un grupo especializado en perfilación criminal, integrado por sociólogos, psicólogos, investigadores y analistas, quienes recogen los datos para establecer hilos de trabajo dirigidos a señalar las condiciones, características, grupo etario y condiciones particulares de quienes podrían ser los responsables del hecho”, comentó Wálter Espinoza.

La tesis de las autoridades es que la masacre tiene que ver con un asalto y, quienes cometieron el delito, decidieron no dejar testigos.

OIJ no descarta que adueñarse de la propiedad en venta de una de las víctimas haya sido uno de los detonantes, de hecho es una línea de investigación.

Otras diligencias

Los agentes ya terminaron la revisión del sitio del suceso: ahí se lograron extraer algunos elementos de carácter balístico y otros indicios materiales, que fueron trasladados a los laboratorios criminalísticos del OIJ para ser sometidos a análisis y a eventual cotejo.

El OIJ confirmó que ha recibido información confidencial sobre los hechos y trabaja con el Ministerio Público para descifrar lo ocurrido.

La Policía Judicial se encuentra en la etapa de recopilación de datos de prueba, que sirvan para establecer un proceso penal y si así corresponde y que sean convenientes para atribuir responsabilidades por lo que sucedió.

Los agentes se mantienen en la zona, en grupos de trabajo, realizando diligencias de distinta naturaleza.

Hechos

El pasado domingo 17 de octubre, un mecánico, su esposa, un hijo y dos amigos fueron hasta la finca de un estadounidense en Brunka de Buenos Aires, Puntarenas, a reparar unas máquinas agrícolas.

Él y el amigo se encargarían de las reparaciones mientras las demás personas iban a conocer el lugar, luego de ser invitados por el dueño de la propiedad.

Pasado el mediodía, los familiares de los fallecidos perdieron contacto con ellos y no los localizaron. En horas de la noche, como no habían llegado a sus casas, decidieron trasladarse al sector a buscarlos y, a eso de la medianoche, llegaron a la propiedad y los ubicaron sin vida.

En la propiedad se ubicaron tres vehículos tipo 4x4 y un tractor. Un pick up estaba totalmente quemado y en el cajón había una persona calcinada, a la par de este carro se encontró otro cuerpo en la misma condición y, en la parte del frente, dos mujeres asesinadas, al parecer por un disparo en la cabeza.

En un callejón que se ubica a unos 100 metros de distancia hallaron a otro fallecido, quien habría muerto a balazos.

El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) identificó a las víctimas como de apellidos Quesada Cascante de 44 años (mecánico), Villarevia Rivera de 41 (esposa) y Quesada Villarevia de 20 (hijo), además de una mujer de apellidos Zúñiga Rodríguez de 40 años, un hombre identificado como Borbón Muñoz de 38 años y el estadounidense de apellido Sanduzky de 66 años.

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