Por Luis Jiménez |16 de agosto de 2022, 11:14 AM

Este martes, en los Tribunales de Cartago, inició el nuevo juicio por el homicidio de la joven Luany Salazar, luego de que el pasado 4 de marzo de 2022 fuera anulada la sentencia que se dictó en un primer debate.

El imputado, de apellido Mejía, había sido condenado en julio de 2021 a 18 años de cárcel por un homicidio simple, y se sumó un año más a su condena por el delito de robo simple.

Sin embargo, Joseph Rivera, el abogado defensor de la familia de la víctima, impugnó dicha resolución porque considera que Mejía debería ser sentenciado a 35 años de cárcel por homicidio calificado y a otros 15 años adicionales por robo agravado.

La primera persona en testificar en este segundo juicio fue la madre de Salazar, quien afirmó, entre lágrimas, que al hombre lo deberían de juzgar por dos muertes, porque también la mataron a ella cuando perdió a su hija.

“Como madre y como ser humano creo que a él no lo deberían de juzgar por una muerte, sino por dos porque a mí me mataron también. Mi hija era esa persona que nunca me dejaba sola, me decía que me iba a cuidar siempre, pero él me la quitó. Lo que hizo no es de Dios; a la par de él, ella era una mujer indefensa.

"La desgracia de mi hija es que él le pusiera los ojos, porque la acosaba, le daba porquerías, perfumes y siempre le dije que ese tipo no me gustaba. Algo no me gustaba de él porque yo veía los ojos con los que la miraba y estaban llenos de morbo”, dijo Ana Patricia Zamora.

La madre de la fallecida también aseguró que ahora quiere convertirse en la voz de su hija para hacer justicia con la persona que acabó con la vida de la joven de 23 años en junio de 2020.

“A Mejía lo conozco desde pequeño, porque somos vecinos de toda la vida. Cuando mi hija desapareció, los vecinos le dijeron a él que tenía que decirme dónde estaba, pero insistió en que él la había dejado cerca de la casa. Mejía me confesó que fue él con quien estuvo Luany la última vez, pero insistía que la había dejado cerca de la casa.

“Él estuvo un día ayudándonos a buscar a Luany y decía: ‘que madre, no aparece la macha’. Él se llevó a mi hija engañada a su casa y ahí fue donde ocurrió todo, porque en el patio de la casa donde vivía con la abuelita apareció el cadáver de mi hija”, testificó Zamora.

Carolina Martínez, la fiscal a cargo del caso, acusó al imputado por el delito de homicidio calificado, mientras que Rivera, el letrado de la fallecida, indicó durante la lectura de la querella y la acción civil resarcitoria que a Mejía se le debe de juzgar por homicidio calificado y por robo agravado, ya que, además, le habría robado el teléfono celular a la fallecida.

Cuando el acusado, de 40 años, subió al estrado, aseguró que cuando ocurrieron los hechos trabajaba en el sector hotelero, que tiene un hijo y, además, afirmó que no tiene problemas psicológicos.

“Con respecto al caso, me abstendré de declarar, sin embargo, más adelante lo haré si mi abogado lo considera oportuno”, dijo Mejía.

El juicio por el caso de Luany Salazar está previsto a concluir el próximo viernes, día en el cual se realizará la lectura del por tanto, que es la expresión que procede a la sentencia final del caso.

Mejía actualmente cumple prisión preventiva en el centro penitenciario La Reforma en Alajuela, misma que vencerá el próximo 16 de setiembre del año en curso.

El juicio está a cargo de los jueces Ligia Lacayo Rosales, Julio Badilla Calderón y Joaquín López Bolaños. 

Hechos

Según la investigación, Luany Salazar fue asesinada con arma blanca la noche del 9 de junio de 2020 en la casa de Mejía, desde donde, aparentemente, fue arrastrada hasta el patio de la vivienda donde fue enterrada. 

Tras varios días desaparecida, fue encontrada por familiares.

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