Los lugares más peculiares en los que reos han ocultado drogas y celulares en las cárceles

En tarros con azúcar, genitales, patas de camas, paredes, aguas negras, pisos y hasta en platos de arroz con frijoles, los privados de libertad logran esconder drogas, celulares, chips, cargadores y hasta chicha.

En lo que va del año, la Policía Penitenciaria ha realizado más de 4 mil operativos en los 21 centros penales del país para decomisarle a los reos todo tipo de objetos prohibidos con los que delinquen desde el encierro.

Nils Ching, subdirector General de la Policía Penitenciaria, indicó que en los lugares menos pensados es que los agentes han encontrado artículos ilícitos, los cuales son bienes muy preciados dentro de un centro penal.

“Las drogas y los celulares generan un daño en el patrimonio de las personas hacia lo interno y externo. Los hemos encontrado en los lugares menos pensados, como en las patas de una cama, paredes, aguas hervidas, aguas negras, en el piso, paredes y, en algunas ocasiones, con detectores y con rayos equis, hemos hallado objetos en sus partes genitales”, señaló Ching.

Declaraciones de Nils Ching, subdirector General de la Policía Penitenciaria: 

Además, los privados de libertad se las ingenian para poder tomar alcohol dentro de las cárceles y la chicha se presenta como una solución para muchos reos porque tiene un efecto que, al consumirla, genera un estado de ebriedad y hasta puede provocar la intoxicación según el estado físico de la persona.

“El sistema ha visualizado esta problemática desde tres perspectivas: lo que se ingresa, dónde lo esconden y la infraestructura del centro penal como tal. Una vez, una persona con limitaciones físicas ingresó en silla de ruedas y, en ella, transportaba varios celulares.

“La gente es muy creativa y busca todo tipo de maneras para esconder las cosas, muchas veces los visitantes colocan drogas y artículos en la espalda pegados con cinta adhesiva. También hay personas que se acercan a los centros penales y lanzan cosas para los privados de libertad y lamentablemente hay funcionarios, que son una minoría, que se prestan para estos ingresos ilícitos”, comentó Ching.

De junio 2022 a la fecha, la Policía Penitenciaria ha realizado más de 4.100 intervenciones policiales en todas las cárceles del país, las cuales han permitido el decomiso de 2.076 celulares, 17 millones de colones en efectivo, 7.412 litros de fermento de chicha, 2.910 chips de celulares, 14.406 armas blancas, más de 50 kilos de diferentes tipos de droga y más de 5.000 artículos electrónicos.  

Con la ayuda de la Unidad Canina de la Policía Penitenciaria, se han enviado a la Fiscalía 488 personas, en su mayoría mujeres, por tratar de introducir droga a centros penales. Dentro de ese grupo de personas destacan cinco policías penitenciarios, quienes ahora se enfrentan a procesos judiciales y administrativos.

En la actualidad, la población penitenciaria alcanza las 14.754 personas.