Por Janeth Valverde |10 de mayo de 2019, 4:38 AM

Casos como el ocurrido con un bebé en Alajuelita y el niño de Alajuela son realidades que a diario viven muchos menores en nuestro país.

El Hospital Nacional de Niños (HNN) contabiliza en sus cifras diarias decenas de infantes que ingresan para ser atendidos por diferentes tipos de agresión.

Es una realidad que quisiéramos que no exista pero que lamentablemente se vive a diario en decenas de hogares costarricenses.

Las cifras hablan por sí solas, al menos cinco menores ingresan a diario al HNN producto de agresiones, y en la mayoría de los casos son sus propios padres los que cometen el acto.

Un porcentaje alto de los infantes que se atienden logran salvar su vida, pero tristemente muchos casos se conocen ya muy tarde. Los hechos ocurridos en Alajuela y Alajuelita son parte de esos hechos.

En años anteriores se han mostrado casos similares a estos que hoy generan consternación y tristeza en el país.

Uno ocurrió con la condena de un hombre de apellido Quirós y quien se le atribuyeron 35 años de prisión por asesinar a su propia hija de cuatro meses de nacida.

El homicidio ocurrió en un apartamento en Mercedes Sur de Heredia el 14 de enero del 2017, mientras la infanta estaba bajo el cuido de su progenitor.

Quirós agredió a su hija y le provocó severas heridas en el cerebro, el rostro y dos fracturas en el antebrazo izquierdo, lesiones compatibles con el síndrome del niño agredido.

Otro hecho se presentó en diciembre del año pasado.

Una niña de 14 meses murió tras los golpes que recibió al parecer de su madre y padrastro en Pavones de Turrialba.

Fue en el HNN donde falleció la menor de año y dos meses.

A la hora de ingresar al hospital, la niña presentaba fuertes golpes en su cabeza y rostro, además fracturas en las costillas, brazos y piernas.

Ante estos actos de crueldad las autoridades piden una vez más a quienes conocen acerca de un hecho de este tipo denunciar ante las autoridades y ser insistentes en mostrar la realidad que viven muchos menores.

Una denuncia y la insistencia de dar a conocer el caso puede evitar a tiempo que un inocente muere de una forma tan inhumana.